lunes, 21 de diciembre de 2009

La aportación del sector turístico español al PIB se recortó tres décimas en 2008, hasta situarse en el 10,5%

MADRID.- La contribución del turismo al Producto Interior bruto (PIB) se redujo tres décimas en 2008, hasta situarse en el 10,5%, según las estimaciones de la Cuenta Satélite del Turismo de España (CSTE) difundidas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según el INE, estas cifras ponen de relieve "una desaceleración de la demanda final turística acorde con la evolución general de la economía española, moderando su contribución al PIB".

En 2008, la facturación del sector turístico alcanzó los 113.930 millones de euros, lo que se traduce en un descenso del 2,9% con respecto al año anterior. A precios corrientes, sin tener en cuenta la inflación, la tasa de variación estimada creció un 0,7%.

El gasto de los turistas extranjeros se contrajo por segundo año consecutivo, con una tasa del 1,4%, frente al 4,5% alcanzado en 2007.

De manera similar, el gasto asociado a los viajes de residentes al extranjero registró una desaceleración de más de 10 puntos y se situó en el 0,6% en 2008, frente al 11% registrado en el año anterior.

Esto permitió compensar la caída de los ingresos turísticos, manteniendo el saldo en unos niveles "similares" a los del año anterior, hasta los 29.341 millones de euros en 2008, cuando un año antes alcanzaron los 29.153 millones de euros.

El gasto de los españoles que viajaron dentro de España cayó un 3% en términos reales el año pasado, aunque excluyendo la inflación creció ligeramente un 0,3%. La desaceleración que se inició en 2007 se intensificó el año pasado, destaca el INE.

Por ramas de actividad, transporte aéreo, restauración y actividades recreativas, culturales y deportivas crecieron por encima de la media de las actividades tradicionales vinculadas al turismo y del total de la economía.

Por el contrario, el valor añadido de las actividades de transporte marítimo, transporte
terrestre, agencias de viajes y alojamiento experimentaron un crecimiento inferior al de la media de la economía española y de las actividades características del turismo.

Por segmentos, los viajes de negocios presentaron un comportamiento más dinámico el año pasado, con un crecimiento interanual a precios corrientes del 2,2%, lo que supuso 1,5 puntos porcentuales más que la correspondiente tasa de la demanda turística.

Sin embargo, si se atiende al origen de dichos viajes (turismo receptor e interno) se aprecian pautas completamente diferentes. Así, mientras los viajes de los extranjeros por motivo trabajo crecieron un 7,7%, frente a los viajes de negocios del turismo interno, que cayeron un 0,9%.

En cuanto al gasto asociado a los viajes de negocios, prácticamente no varió con una tasa de crecimiento del 0,1% para el turismo receptor y del 0,6% para el turismo interno.

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