El instrumento, conocido como iniciativa "Yasuní-ITT", fue lanzado en junio del 2007 y desde entonces ha registrado al menos tres postergaciones y vencimientos de plazos, sin que termine de arrancar.
Consultado por la cantidad que Ecuador ha recibido hasta el momento, Falconí respondió "cero (dólares)", no hay recursos todavía, es que no puede haber porque para tener los recursos debe haber el instrumento financiero que nos permita recoger los recursos".
"Por el lado del donante, requiere que le den la garantía que sus recursos van a ser utilizados efectivamente para los fines de conservación, por tanto se necesita crear el instrumento financiero y en esa etapa es la que estamos este momento", señaló.
Explicó que Ecuador está en la última fase para la creación de un fondo fiduciario, para "poner las cosas claras" y entonces puedan llegar las donaciones.
Ecuador ha propuesto dejar bajo tierra, sin extraer, nos 846 millones de barriles de crudo pesado a cambio de aportes por 3.000 millones de dólares por parte de la comunidad internacional para proteger una prístina zona de la amazoniá.
"La posibilidad de éxito de la iniciativa no solo depende de Ecuador ... es la corresponsabilidad internacional frente a un problema global", explicó Falconí.
El petróleo se encuentra en el subsuelo del Parque Nacional Yasuní, declarado reserva biosfera por las Naciones Unidas y ubicado a unos 320 kilómetros al este de Quito.
Con el proyecto, además de conservar la enorme biodiversidad de la zona y proteger a dos grupos indígenas que viven en aislamiento voluntario en esa región, se estará evitando la emisión a la atmósfera de 407 toneladas métricas de monóxido de carbono que generaría el petróleo extraído.
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