lunes, 14 de diciembre de 2009

Las divergencias entre países ricos y pobres amenazan el éxito de Copenhague

COPENHAGUE.- La posibilidad de que la cumbre sobre el clima acabe con un estrepitoso fracaso debido a las enormes divergencias entre países industrializados y en vías de desarrollo, se hizo patente este lunes en Copenhague, a sólo cinco días del fin de la reunión.

Los países africanos, respaldados por las otras naciones en vías de desarrollo incluida China, bloquearon durante varias horas la negociación por consideran que los países ricos están desentendiéndose del Protocolo de Kioto.

Único instrumento internacional actualmente existente para luchar contra el calentamiento global, Kioto impone obligaciones a las naciones industrializadas al tiempo que protege a los países en vías de desarrollo. Tras recibir garantías de que una parte de la negociación se dedicaría exclusivamente a Kioto, los países africanos volvieron a la sesión plenaria.

"África ha dado la señal de alerta para evitar que el tren se estrelle al final de esta semana", afirmó Jeremy Hobbs, responsable de la ONG Oxfam. Por su parte, China rechazó toda responsabilidad si la cumbre termina con un fracaso.

"Sé que algunos dirán que es culpa de China si no hay acuerdo. Es una trampa de los países desarrollados. Que asuman sus propias posiciones sin utilizar a China como pretexto", afirmó el viceministro de Relaciones Exteriores, He Yafei, en una entrevista al Financial Times en Copenhague.

La primera fase de objetivos del Protocolo de Kioto expira a finales de 2012 y la cumbre de Copenhague tiene como misión intensificar la acción internacional para después de esa fecha.

Los países en desarrollo defienden el mantenimiento de este tratado, con una segunda fase de compromisos a partir de enero de 2013, pero algunos países ricos prefieren elaborar un acuerdo totalmente nuevo, con bases diferentes.

Estados Unidos, que nunca ratificó Kioto, considera que el Protocolo es injusto porque no impone obligaciones a las grandes potencias en desarrollo, como China, India y Brasil, responsables de una gran parte de las emisiones de CO2 mundiales.

Cerca de 120 jefe de Estado y de Gobierno, entre ellos el estadounidense Barack Obama, participarán en la reunión el jueves y el viernes. Pero el ministro británico de Medio Ambiente, Ed Miliband, advirtió que no se pueden aparcar todas las decisiones difíciles hasta su llegada.

"Los líderes mundiales tienen un papel muy importante. Pero, francamente, les corresponde también a los negociadores y a los ministros no dejarles todo por decidir sino avanzar ahora", advirtió. "No se puede dejar todo a los dirigentes", agregó.

Los ministros de Medio Ambiente empezaron a llegar a Copenhague el domingo. Un grupo restringido de unos 50 de ellos, invitados por Hedegaard, mantuvo una reunión informal ese mismo día y volvió a reunirse el lunes para intentar desbloquear los puntos más conflictos de un futuro acuerdo.

Los representantes de México y Brasil participaron en esa reunión restringida, que fue sin embargo criticada por el jefe de la delegación boliviana por excluir a la gran mayoría de los 193 países que participan en la negociación.

"Están creando un proceso paralelo y no democrático en el que eligen sólo a algunos países", afirmó Pablo Solón, embajador de Bolivia ante la ONU. Numerosos jefes de Estado latinoamericanos, encabezados por el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, tienen previsto participar en la cumbre el jueves y el viernes.

Según el programa de la conferencia, deben asistir el el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y los presidentes venezolano (Hugo Chávez), mexicano (Felipe Calderón), boliviano (Evo Morales), colombiano (Álvaro Uribe) y argentina (Cristina Kirchner).

Mientras tanto, más de mil personas se manifestaron bajo una fuerte vigilancia policial el lunes en el centro de Copenhague, para reclamar la apertura de las fronteras a los refugiados climáticos. La policía detuvo a unas 15 personas, después de haber arrestado a cerca de 1.000 el sábado y 250 el domingo en otras manifestaciones.

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