lunes, 28 de diciembre de 2009

Prevén que será limitado el impacto del atentado fallido sobre el tráfico aéreo

PARÍS.- El atentado fallido en el vuelo Ámsterdam-Detroit tendrá un impacto limitado sobre el tráfico aéreo en el mundo, debido más a las medidas de seguridad adicionales que al miedo a volar, pero representa un problema más a finales de un año ya muy difícil para las compañías.

"Incidentes limitados como éste raramente tienen un impacto, incluso si una reacción demasiado fuerte en demanda de seguridad podría provocar un hartazgo de los viajeros que contribuiría a enlentecer el crecimiento a largo plazo del tráfico", estima Richard Abulafia, analista de la firma especializazda Teal Group.

"El acontecimiento no tendrá un impacto duradero sobre el tráfico", explicó Olivier Fainsilber, consultor del gabinete asesor Oliver Wyman. Destaca que "con el transporte aéreo la psicosis aparece más fácilmente (que en otros medios de transporte), pero es infundada", ya que "la probabilidad de que a usted le ocurra algo es extraoridinariamente baja. No hay medio de transporte más seguro".

"Podría tener un impacto si se producen dos o tres casos en las próximas semanas", que contradirían la idea de un acto aislado, agrega.

Steve Lott, portavoz de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), declara que "aún es muy pronto" para evaluar el impacto del atentado fallido del viernes contra el vuelo 253, ya que el período de las fiestas de fin de año está tradicionalmente muy cargado y los billetes ya están reservados desde hace mucho tiempo.

La IATA, que representa a cerca de 230 compañías aéreas, es decir el 93% del tráfico aéreo internacional, estará atenta sobre todo "al impacto del factor complicación del viaje para los pasajeros y las compañías aéreas, a pesar de que "respecto de los vuelos domésticos no hemos apreciado demasiados retrasos".

Las medidas de seguridad adicionales puestas en vigor a partir del viernes ocasionaron, por cierto, retrasos importantes en los vuelos con destino a Estados Unidos, aunque las cosas parecían volver al orden en los grandes aeropuertos del mundo.

Para Olivier Fainsilber, si bien las medidas "al principio generarán enlentecimientos, volveremos a ganar eficacia y rápidamente el sistema se perfeccionará".

Lott, por su lado, espera que algunas medidas serán flexibilizadas "si los gobiernos estiman que los riesgos disminuyen". Da el ejemplo del "control del 100% de los pasajeros y maletas en algunos vuelos, que podría modficarse en el futuro", dado el costo en tiempo y personal para las compañías y aeropuertos.

Tras el atentado fallido de diciembre de 2001, cuando Richard Reid intentó hacer explotar un artefacto en su calzado en un vuelo Paris-Miami, y los atentados frustrados de Londres en 2006, "no hubo un impacto fuerte", contrariamente al período posterior a los ataques del 11 de septiembre de 2001, recuerda Lott.

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