viernes, 18 de diciembre de 2009

Raúl Castro anunciará al Parlamento su plan económico tras un año de crisis

LA HABANA.- El presidente cubano, Raúl Castro, encabezará el domingo la sesión del Parlamento para anunciar su programa económico de 2010, tras cerrar un año de severa crisis, marcado por el recorte de gastos, los intentos por reanimar la exigua producción y el casi estancamiento de reformas.

Ministros y diputados reunidos previo a la plenaria analizaron los problemas que enfrenta la política de sustitución de importaciones y el aumento de la productividad laboral que se propuso Raúl Castro para este año.

"Ha habido de todo: falta de sistema, de organización, deficiencias de dirección en la producción y en la comercialización y problemas de transportación y precios. Sería iluso pensar que esto se puede resolver en cinco meses", dijo el ministro de Agricultura, Ulises Rosales.

El Gobierno debió reducir dos veces la meta de crecimiento de la economía para 2009, de 6% a 2,5% y luego a 1,7%. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) estima que será de 1%.

Las autoridades señalan los efectos de la crisis internacional, los ciclones que dejaron en 2008 pérdidas por 10.000 millones de dólares, ineficiencias de la economía cubana y al embargo estadounidense.

Según CEPAL, el recorte de las importaciones (14.200 millones en 2008) fue del 30%, que se vio en el desabastecimiento de tiendas en divisa de artículos para la población e insumos para la producción y los servicios.

Las exportaciones (3.600 millones en 2008) sufrieron por la baja de 40% de los precios del níquel, y el ingreso por turismo -2.300 millones en 2008- tuvo hasta septiembre un merma de 150 millones.

El principal sostén fue el intercambio de petróleo (115.000 barriles diarios) de Venezuela, por servicios -médicos, docentes- cubanos.

Con préstamos chinos, el Gobierno enfrentó ciertas deudas -en total de unos 1.000 millones- a sus proveedores comerciales, algunos de los que habían suspendido entregas.

Aunque descentralizó el gasto de divisas, muchas cuentas bancarias de empresas mixtas y extranjeras fueron congeladas.

La inversión interna se desplomó un 25%, mientras las empresas con capital extranjero pasaron este año de 314 a 258, según datos oficiales.

El Gobierno restringió el consumo de energía y aplicó medidas para impulsar el rendimiento laboral, pero persiste un desestímulo porque el salario medio es de 17 dólares al mes, combinado con el arrastre del paternalismo estatal.

Un nuevo sistema salarial de pago por rendimientos está frenado por la burocracia, la falta de eficiencia, y de materias primas y energía.

La aprobación del pluriempleo sólo logró -en una fuerza laboral de 4,9 millones- incentivar a 50.000 personas en seis meses de aplicación, 95% en la educación, mientras sigue el déficit de mano de obra en construcción y agricultura.

La eliminación paulatina de subsidios fue aplicada a algunos productos de la canasta básica o 'libreta' -símbolo del igualitarismo en la revolución-, y comenzó una progresiva desaparición de los comedores obreros, sustituidos por el pago de una compensación en dinero.

Resultados mejores tuvo el alza de precios a la compra de productos a los campesinos y el reparto de tierras ociosas a 100.000 personas, lo que hizo crecer el sector agrícola en un 7%, aunque el Gobierno reconoce que persisten serios problemas, muchos por burocracia.

La población alimenta expectativas con rumores de una posible unificación de las dos monedas que circulan en el país, peso y divisa (CUC, cuyo valor es de cerca de 0,80 por dólar) y otras medidas que mejoren su vida, pero economistas estiman que el país no está por ahora en capacidad de implementarlas.

Aunque la CEPAL prevé para Cuba un crecimiento económico de 3% en 2010, los cubanos esperan el domingo otro llamado a apretarse el cinturón.

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