En un comunicado conjunto, lo sindicatos Sepla, UGT, USO CGT y Stavla, reprocharon a Díaz Ferrán que no haya cumplido su palabra cuando "avaló el pago de las nóminas adeudadas a los trabajadores", hasta ocho meses en algunos casos, en un documento que entregó al comité de huelga y a los representantes de los empleados el pasado 11 de diciembre, con el que se comprometió a abonar las nóminas antes de fin de año, en dos plazos, "algo que al final no ha hecho".
Los sindicatos, que consideran a Díaz Ferrán es el responsable directo de la situación que atraviesan los trabajadores, hicieron hincapié en el "enorme drama personal" que supone para sus familias el cierre de la aerolínea y la presentación de un concurso de acreedores, lo que les ha conducido a "un callejón sin salida".
"Sin empleo, sin cobrar desde hace meses y sin ninguna perspectiva laboral a la vista en la mayoría de los casos, la situación es absolutamente extrema para nuestras 650 familias", aseguraron, para añadir que entienden "la desesperación de los pasajeros ante el caos del que también ellos son víctimas".
Por ello, y ante la intención de la compañía de presentar un ERE sobre toda la plantilla, aseguraron que "no aceptarán maniobras encubiertas de carácter fraudulento" e instaron a las autoridades correspondientes a que se "exijan las necesarias responsabilidades", así como que se audite la gestión del empresario al frente del grupo Marsans, propietario de Air Comet.
"Díaz Ferrán no puede salir indemne una vez más, pedimos que se audite su gestión y, si fuera necesario, su inhabilitación profesional" ante su "nefasta e irresponsable gestión", afirmaron.
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