miércoles, 16 de diciembre de 2009

UBS augura más subidas de impuestos para reducir un déficit español que podría seguir cerca del 10% en 2011

MADRID.- La entidad suiza UBS auguró hoy más subidas de impuestos por parte del Gobierno español para reducir un déficit público que superará el 10% tanto en 2009 como en 2010, y que podría mantenerse cerca de esa misma tasa en 2011 por la "débil" recuperación económica, por una tasa de paro "crónicamente alta" y por el aumento "irreversible" del servicio de la deuda.

En una rueda de prensa para presentar el informe 'UBS Global Outlook 2010', el director de Estrategia de UBS, Roberto Ruiz Scholtes, consideró que la "tímida" reforma fiscal que ha incluido el Ejecutivo en los Presupuestos de 2010 no podrá revertir por sí misma la tendencia del déficit, ya que tendrá un efecto "muy moderado".

A su parecer, esto obligará al Gobierno a llevar a cabo políticas "muy restrictivas" y una subida de impuestos que "no ha hecho más que empezar". En este sentido, auguró nuevas subidas fiscales y un aumento de la presión fiscal de dos puntos de aquí a dos años.

Sobre cada una de las figuras, Scholtes consideró "poco viable" una subida del Impuesto de Sociedades y explicó que el margen en el IRPF es "moderado", por lo que apuntó a nuevos incrementos de IVA y de Impuestos Especiales, que son los tributos que pueden generar menos distorsión.

En cuanto a las perspectivas económicas, aseguró que UBS sigue pensando que la economía se contraerá un 3,7% este año y un 0,8% en 2010, ya que no han encontrado razones para cambiar sus previsiones de septiembre, aunque sí adelantó que en el cuarto trimestre del año se registrarán aún tasas intertrimestrales negativas, de una o dos décimas, y que será en el primer trimestre de 2010 cuando el PIB regrese al terreno positivo.

A pesar de la mejora de los últimos datos económicos, consideró que las perspectivas siguen siendo "desalentadoras" de cara al 2010, ya que la economía española seguirá marcada, entre otras cosas, por el ajuste inmobiliario, que alcanzará su mínimo a mediados de año.

De hecho, adelantó que los precios seguirán bajando en los próximos meses y que la caída total acumulada llegará al 30%, por lo que queda por delante aún un descenso del 10% que podría observarse en 2010. Asimismo, aseveró que el exceso de oferta tardará al menos cinco años en ser absorbido por la alta tasas de paro y la previsible subida de tipos de interés que tendrá lugar en verano.

En cuanto al mercado laboral, Scholtes auguró un mercado "muy deprimido" el año que viene, ya que el ritmo de crecimiento del PIB no será suficiente para crear empleo hasta el año 2011, por lo que el número total de desempleados rondará los 4,8 millones en 2010 y la tasa de paro alcanzará el 20%.

Aún así, estimó que, en términos desestacionalizados, el empleo debería estabilizarse en el verano del año que viene, lo que permitiría que el número de parados no creciera tanto y que la tasa de desempleo empezara a estabilizarse en el primer semestre de 2011, aunque se mantendría en niveles cercanos al 19,5% ó 20%.

De hecho, auguró una tasa "crónica persistentemente alta", que no bajará del 15% hasta mediados de la próxima década, lo que pone de manifiesto la "imperiosa necesidad" de recuperar competitividad a través de una rebaja de costes laborales que pasa "intevitablemente" por varios años de contención salarial.

Con todo, consideró que la recuperación será "débil y frágil" en 2011 y 2012 y que no se alcanzará un nuevo crecimiento tendencial hasta el año 2013, aunque el potencial de la economía española se situará ahora más cercano al 2,2% supeditado a un aumento de la productividad que requerirá reformas estructurales en el sistema laboral y educativo.

Sobre la situación de las entidades financieras en 2010, Sholtes aseguró que la morosidad seguirá siendo elevada y subrayó que no existe riesgo de solvencia en el futuro, sino de rentabilidad. En este sentido, adelantó que muchas cajas registrarán pérdidas el año que viene y que mantendrán los estándares crediticios muy restrictivos, lo que supondrá una merma para el crecimiento económico.

En cuanto a la bolsa española, afirmó que no se quedará rezagada respecto a otros mercados y recomendó una correcta selección de sectores, manteniendo una exposición reducida a las compañías más dependientes del ciclo interno y en especial a la banca doméstica, al consumo discrecional y a la construcción.

Por el contrario, aseguró que las multinacionales españolas siguen siendo "atractivas" y que existe una oportunidad en los sectores de energías renovables y 'utilities'. Aún así, aseguró que el año 2010 contará con un entorno más propicio para operaciones corporativas que para entradas a bolsa.

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