sábado, 12 de diciembre de 2009

Una marea humana se manifiesta en el Mundo por un acuerdo climático justo

PARÍS.- Una marea humana alzó la voz este sábado en 130 ciudades del mundo para reclamar un acuerdo justo, ambicioso y vinculante en la conferencia sobre el clima de Copenhague, donde ya se esperaba la afluencia de decenas de miles de manifestantes.

La Policía anunció haber detenido a 400 personas este sábado durante las manifestaciones en torno de la conferencia sobre el cambio climático de Copenhague.

"La Policía procedió a 400 detenciones", según un comunicado oficial que precisa que se trata de miembros de los Blacks Blocs, grupúsculos ultraviolentos que ya habían actuado durante la cumbre de la OTAN en Estrasburgo (este de Francia), en abril pasado.

Los incidentes estallaron poco después del inicio de la manifestación, cuando un grupo de unas 300 personas encapuchadas y completamente vestidas de negro comenzaron a romper cristales en el centro de la ciudad. Los jóvenes tenían piedras y martillos y lanzaron petardos. Rompieron los cristales del ministerio danés de Relaciones Exteriores, según el número dos de la policía, Per Larsen.

La capital danesa acoge desde el pasado lunes y hasta el 18 de diciembre a los delegados de 193 países con la misión de alcanzar un acuerdo que entraría en vigor el 1 de enero de 2013.

La región Asia Pacífico, donde muchos países e islas son vulnerables al calentamiento global, dio el pistoletazo de salida con manifestaciones que en Australia llegaron a congregar a 50.000 personas.

En Sydney, Melbourne o Canberra, los manifestantes llevaban lazos azules para reclamar justicia. Manila optó por el rojo, en señal +de alerta roja+" sobre el clima, justificaba Ali Obusan, de Greenpeace Filipinas.

En Copenhague, las primeras concentraciones transcurrieron en calma.

Antes del mediodía casi 7.000 personas, según periodistas, desafiaron el frío para reunirse ante el parlamento, de donde iba a salir el cortejo que recorrería 6 km hasta el Bella Center, donde se celebran las negociaciones.

Cerca de 3.000 personas, la mayor parte de ellas con chubasqueros azules celestes respondieron a una convocatoria de Amigos de la Tierra para formar "mareas azules" por "la justicia y por el clima".

Un manifestante, disfrazado de Papá Noel, advertía en Copenhague con una pancarta que el calentamiento va dos veces más rápido en el Ártico.

"Toda la semana, hemos escuchado una serie de excusas de los países del Norte, responsables de la crisis ecológica", explicaba Lidy Nacpil, militante filipina de la Jubilee South Coalition en Copenhague. "Hoy tomamos las calles para pedir reparación de la deuda ecológica en favor del Sur".

Y es que el primer borrador de acuerdo de la cumbre ya suscitó roces considerables entre los países desarrollados y los emergentes. Además quedaron patentes las discrepancias entre los dos principales contaminantes del planeta: Estados Unidos pidió más esfuerzos a las grandes economías emergentes, y China exigió soluciones a largo plazo.

La policía danesa, que temía disturbios de grupúsculos extremistas, aún daba muestras de discreción por la mañana, pese a que los helicópteros de las fuerzas de seguridad daban vueltas sobrevolando la ciudad.

La policía anunció el viernes que esperaba a más de 50.000 manifestantes, pero las más de 500 ONG que organizan la protesta cuentan con hasta 80.000. Muchos llegaron en autocar o tren desde las principales ciudades de Alemania o del Reino Unido, e incluso de Amsterdam.

El jefe adjunto de la Policía, Per Larsen, advirtió a los eventuales alborotadores de que "hay límites a no traspasar", en la cadena danesa TV2 News. El aviso iba dirigido sobre todo al grupúsculo de extrema izquierda "Never Trust a Cop", que convocó una manifestación "anticapitalista" para las 13.30 en el corazón de la ciudad.

Pero también estaba destinado al movimiento antiglobalización Climate Justice Action, que llamaba a la "desobediencia civil" y quería "hacer ruido" bajo el lema "Cambien el sistema, no el clima".

La víspera se detuvo a 75 personas, entre ellas dos británicos y un francés que fueron expulsados este sábado. Luego se produjeron otras 400 más.

La organización Oxfam consiguió que personalidades como la modelo danesa Helena Christensen, la cantante beninesa Angelique Kidjo y la ex alta comisaria de Naciones Unidas para los Refugiados Mary Robinson participaran en la iniciativa tomando la palabra durante la salida del cortejo.

Al final del día el ex arzobispo sudafricano de Ciudad del Cabo Desmond Tutu participó en una vigilia con velas.

La jornada del sábado demuestra que por primera vez en la historia de la diplomacia climática, forjada en 1992 con la adopción de la Convención de la ONU, el movimiento antiglobalización se acercó a las organizaciones ecologistas.

Jornada de protestas en Asia-Pacífico

Decenas de miles de personas comenzaron este sábado en Australia, Filipinas e Indonesia una jornada de manifestaciones en todo el mundo para pedir un acuerdo vinculante en la conferencia de Copenhague sobre el clima.

Casi 50.000 personas, según los organizadores, salieron a la calle en diversas ciudades australianas. Varios miles de manifestantes, que llevaban simbólicamente cordones azules atados a los zapatos, se congregaron ante el parlamento de Camberra, la capital, y otros muchos recorrieron las calles de Sídney y Melbourne.

"Es vital que en la próxima semana nuestros líderes logren un compromiso sobre el cambio climático", dijo Tricia Phelan, una de las organizadoras de la manifestación de Melbourne.

Es la quinta 'marcha anual contra el calentamiento' organizada en Australia.

En Manila, varios cientos de personas se reunieron para una "manifestación ruidosa" frente al ayuntamiento, vestidas con camisetas rojas y cantando al son de los tambores. "Nos pusimos camisetas rojas en señal 'de alerta roja' para decir al mundo que queda poco tiempo" para actuar contra el calentamiento climático, explicó Ali Obusan, miembro de la organización Greenpeace Filipinas.

En Yakarta, unos 150 miembros de organizaciones locales se manifestaron frente a la embajada de Estados Unidos para pedir a uno de los principales contaminantes del planeta que dé ejemplo y ayude a los países en desarrollo a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

"Si Estados Unidos no se compromete más, muchos países en vías de desarrollo tampoco harán esfuerzos para reducir sus emisiones", estimó Ali Akbar, responsable indonesio del Foro por el Desarrollo.

Más de 500 organizaciones internacionales se habían movilizado para la manifestación de Copenhague, que recorrió los seis kilómetros que separan el castillo de Christiansborg, sede del parlamento, del centro donde se celebra la cumbre.

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