miércoles, 2 de diciembre de 2009

Zapatero acusa a Rajoy de querer otra burbuja inmobiliaria en España

MADRID.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó este miércoles al líder de la oposición, Mariano Rajoy, de pretender crear otra burbuja inmobiliaria con sus planteamientos de política económica, y le pidió que se atreva a aclarar si quiere una reforma laboral que suponga un recorte de la indemnización por despido.

En el turno de réplica durante el debate en el Congreso sobre la Ley de Economía Sostenible, Zapatero, que respondió a todos los grupos de la Cámara que el debate público de esta norma es lo "más alejado" de la propaganda, se refirió a Rajoy para advertirle de que propuestas como elevar un 25% la deducción por vivienda habitual es volver a la dinámica de la burbuja inmobiliaria, que está detrás de la mitad del desempleo creado en el último año.

"No podemos hacer un debate serio y riguroso si no abordamos, y usted no lo ha hecho, las cuestiones relativas a la burbuja inmobiliaria, cuando es el causante de más de la mitad de la pérdida de empleo de la economía española, de los riesgos del sistema financiero, especialmente de las cajas, porque tienen comprometido un gran volumen de crédito con el sector inmobiliario", subrayó.

En este sentido, indicó que sería "muy preocupante" que después de ver los "excesos" que se han cometido en el sector inmobiliario, el Gobierno no adoptara medidas para corregir este "desequilibrio", como la reducción de la deducción por vivienda habitual o el apoyo al alquiler y la rehabilitación. "Hay que adoptar medidas que pongan fin a la locura que hemos vivido de la especulación urbanística", reiteró.

Zapatero afeó a Rajoy que todas estas iniciativas nada tienen que ver con "planificar la economía y menos con el franquismo", como se ha indicado desde las filas 'populares'.

El presidente del Gobierno también aprovechó su turno de réplica para dejar claro que el Ejecutivo no tiene ninguna intención de recortar derechos de los trabajadores, aunque admitió que es preciso reformar determinadas cuestiones del mercado de trabajo o de la negociación colectiva.

"Pero el Gobierno no es partidario de rebajar los derechos de los trabajadores, ni de reducir el coste del despido ni ir a formulas contractuales que rebajen el despido, ni de excluir el control judicial del mismo", reiteró Zapatero, momento que aprovechó para plantear a Rajoy que tenga el coraje de subirse a la tribuna de oradores para decir si está de acuerdo con un contrato laboral que contemple una indemnización por despido de 20 días por año.

Para Zapatero, es "falso" que una rebaja del coste del despido sea una medida para crear empleo, al tiempo que indicó que el Gobierno de lo que sí es partidario es de regular otras indemnizaciones y de dejar que tengan beneficios fiscales las rentas irregulares de aquellos ejecutivos que han tenido pensiones "millonarias".

En materia energética, ofreció a todos los grupos un pacto energético, especialmente, al principal partido de la oposición --al que acusó de un "cierto parón" en la negociación sobre este tema--, y señaló que sobre el futuro de la energía nuclear, la posición del Gobierno está abierta al diálogo y a modificar sus posiciones, si bien consideró "bastante razonable" establecer en 40 años la vida útil de las centrales nucleares.

Además, reiteró una vez más que en el horizonte del Ejecutivo ni "hay ni habrá" interés en promover nuevas centrales nucleares, por lo que apostó por las energías renovables, aunque reconoció que actualmente son más caras que otras alternativas.

"este miércoles las economías renovables nos cuestan, pero es una inversión rentable a medio y largo plazo", añadió Zapatero, tras indicar que aquellas economías que se alejen de la dependencia del carbono serán "más productivas, más competitivas, más innovadoras y más avanzadas".

Finalmente, se defendió de las críticas del PP a la subida de impuestos, y recordó que cuando llegó la crisis, el Estado estaba en superávit y en mitad de un proceso de reducción de impuestos. Según Zapatero, el déficit ha salvado "el riesgo de hundimiento del sistema financiero", al tiempo que se comprometió a volver a la senda de la estabilidad presupuestaria antes de 2013.

Tras asegurar que España está ahora en la "última fase" de la crisis económica, dado que el crecimiento volverá a ser positivo en el último trimestre de este año o el primero del que viene, apostó por cuatro reformas "principalísimas" para afianzar la recuperación económica: modificar la política de vivienda, mejorar la educación y la investigación y desarrollo, otra política energética y la mejora del funcionamiento del sector público.

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