sábado, 30 de enero de 2010

Concluye el Foro Social, con promesas de enfrentar al capitalismo

PORTO ALEGRE.- Las organizaciones de izquierda que se reunieron en Brasil a fin de protestar contra el capitalismo "incontrolado", pusieron fin al Foro Social, con promesas de aprovechar la coyuntura de la crisis financiera mundial para promover una agenda socialista en el mundo.

Los activistas en el encuentro contracultural, que se realiza como respuesta al Foro Económico Mundial llevado a cabo en el complejo turístico suizo de Davos, dijeron que la crisis económica muestra que los gigantes empresariales que asisten a ese encuentro no deben tener en sus manos las medidas para reformar la economía global.

Unas 30.000 personas asistieron al 10º Foro Social anual durante los últimos cinco días en esta ciudad, cercana a la frontera con Uruguay. De ellas, unas 500 llenaron una sala de conferencias para la ceremonia de clausura, realizada el viernes.

Se pronunciaron contra el capitalismo desbordado, al que señalaron como responsable de la codicia empresarial que arrasa con los recursos naturales y destruye el medio ambiente, mientras mantiene prácticamente en la esclavitud a los pobres en las naciones en desarrollo.

El Foro Social "proyecta otra visión del mundo, no el consenso de Washington o de Davos, según el cual, el libre mercado es la solución", dijo Leonardo Dahmer, miembro del Partido de los Trabajadores, gobernante en Brasil, y asambleísta en la ciudad de Esteio, cerca de Porto Alegre.

"Ni siquiera Davos predijo la crisis, pero tenemos que ser cuidadosos porque el sistema capitalista puede reorganizarse rápidamente",.

Los asistentes señalaron también que la incapacidad de los líderes mundiales para estructurar un plan que frene el calentamiento global, en la cumbre realizada el mes pasado en Copenhague, muestra que no pueden plantear una solución para salvar el medio ambiente y proteger a los pobres contra los cambios climáticos que, según algunos expertos, podrían devastar el planeta y arruinar a los agricultores, sobre todo a los pequeños.

En vez de ello, dijeron, las naciones más poderosas del mundo siguen sujetas a demasiada influencia de las grandes empresas.

"Nosotros estamos en medio de esta crisis causada por el capitalismo", dijo Claudia Prates, coordinadora brasileña de la organización feminista Marcha Mundial de las Mujeres. "El capitalismo nos trata como mercancías".

El clímax del Foro llegó el martes, cuando el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva dijo a una multitud de 10.000 personas que viajaría a Davos para reprochar a las naciones ricas y a los banqueros, por causar la crisis.

Pero Lula, que ganó popularidad como un combativo líder sindical antes de ser el primer presidente brasileño surgido de la clase trabajadora en el 2003, sufrió un problema de hipertensión arterial, el miércoles por la noche, y canceló el viaje.

El viernes, el canciller brasileño Celso Amorim aceptó a nombre de Lula el primer premio del Foro Económico Mundial para un jefe de Estado, al considerarlo el mejor Estadista Global. Amorim leyó un discurso del presidente brasileño.

El mensaje que Lula no pudo leer en persona criticó a las naciones ricas por desencadenar la crisis financiera global, no hacer lo suficiente para ayudar a los pobres del mundo y no corregir los errores históricos.

Lula ha ganado elogios tanto de la derecha como de la izquierda por fomentar un auge económico sin precedentes que ha elevado las ganancias de las empresas en la nación más grande de América Latina, y por ayudar simultáneamente a que salieran de la miseria millones de brasileños.

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