domingo, 31 de enero de 2010

El 90% de los inmigrantes europeos jubilados y no empadronados están en ocho provincias, como Alicante, Almería, Málaga, Murcia, Gerona y Baleares

MADRID.- Más del 90% de los inmigrantes mayores de 55 años procedentes de países europeos, y que en la mayoría de los casos no están empadronados, viven en ocho provincias españolas, entre ellas Almería y Málaga. Así, Alicante, y las dos ciudades andaluzas concentran dos tercios del total, mientras que en el archipiélago balear, Las Palmas, Tenerife, Gerona y Murcia se distribuye el resto, según un estudio del Real Instituto Elcano.

El informe revela que el 21% de los dos millones y medio de europeos que viven en España son jubilados que en la mayoría de los casos no se empadronan para no pagar impuestos, porque no están integrados (no hablan el idioma), por no perder derechos sociales en sus países de origen o por desconocimiento.

En concreto, el estudio, elaborado por los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Vicente Rodríguez y Paz Rodríguez, y el profesor de la Universidad de Zaragoza, Raúl Lardiés, se basa en estudios previos y en encuestas y entrevistas personales realizadas a extranjeros retirados y residentes en Andalucía para describir a esta población, que ya representa el 48% de todos los europeos que viven en España.

Los autores destacaron que "la población extranjera retirada tiende a no empadronarse" en el municipio de residencia, "a pesar de lo cual acceden a determinados servicios y beneficios sociales", lo que "causa perjuicios relevantes a las arcas municipales y a la capacidad de los Ayuntamientos y otras administraciones públicas para planificar la dotación de servicios".

Según los resultados de la investigación, una de las razones por las que no se registran es porque "temen que el empadronamiento haga llegar sus datos a la policía, lo cual llevaría quizá implícita la necesidad de cotizar y pagar impuestos en España, siendo eso sinónimo de perder ciertos derechos y beneficios en sus países de origen".

Asimismo, un 43% de los entrevistados alegó vivir temporalmente en España como razón para no registrarse, lo que para los investigadores supone "dejar la puerta abierta a la posibilidad de entender la residencia como una estancia turística de larga duración" y así, "mantener los derechos sociales y la vinculación con el país de origen" ya que no hay conexión entre los distintos registros nacionales.

Por otra parte, los investigadores señalan "el desconocimiento de las normas y prácticas administrativas españolas" y "el desinterés por conseguir una información adecuada" así como "las dificultades con el idioma y el temor al coste personal, en tiempo y esfuerzo", para realizar el empadronamiento.

El estudio explica que en España hay una sobre representación de jubilados europeos respecto del conjunto de los inmigrantes. En 2009, los mayores de 55 años procedentes de la UE-15 más Noruega y Suiza sumaban 400.000 personas, un tercio del total de extranjeros de estas nacionalidades.

En casos como los de Alemania, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Reino Unido, Suecia y Suiza, el 40% de sus nacionales instalados en España están en edad de jubilación y, en total, el seis por ciento de los europeos que viven en el país han cumplido ya los 75 años.

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