Tanto la OCU como Facua coinciden en destacar que el cierre de sucursales bancarias el sábado es un retroceso en el servicio ofrecido por las entidades a los consumidores, al tiempo que descartan la posibilidad de que la proliferación de la banca a través de Internet permita compensarlo.
"Que la banca decida cerrar sus oficinas en sábado, que es el único día en que muchos trabajadores pueden ir, no es nada acorde con los tiempos que corren y supone un perjuicio muy importante", subrayó la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu.
"La medida es absolutamente negativa desde el punto de vista de la clientela", añadió la portavoz, partidaria de mantener horarios lo más amplios posibles en todos los sectores, pero sobre todo en el financiero y en el de administración de Justicia por su servicio clave a la ciudadanía.
En el mismo sentido, el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, consideró que "evidentemente la medida no va encaminada a prestar el mejor servicio posible a los consumidores" sino a reducir los costes de las entidades financieras a través de un menor número de horas de trabajo.
Los bancos que aplican esta medida no están teniendo en cuenta ni las dificultades de los clientes en términos de horarios ni de acceso a Internet, consideró. "Hay muchos perfiles de clientes, y uno son los consumidores de tercera edad que no pueden o no saben acceder a Internet", indicó.
La dirección y los sindicatos de Santander, BBVA, Popular y Sabadell han llegado a un acuerdo para cerrar las oficinas todos los sábados del año y abrir los jueves por la tarde de octubre a marzo, en la mayoría de los casos.
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