Su Producto Interior Bruto (PIB) progresó con regularidad todo el año, para terminar con un alza de dos cifras en el cuarto trimestre, 10,7%, después de un 9,1% en el tercero, un 7,9% en el segundo y un 6,2% en el primero, según las cifras revisadas del SNE.
"El año 2009 fue el más difícil del nuevo siglo para el desarrollo económico de China", subrayó sin embargo Ma Jiantang, responsable del SNE, al presentar las cifras a la prensa.
Un componente de este retorno a un fuerte crecimiento fue la suma de las inversiones con capitales fijos, alentadas por el gran plan de relanzamiento del Gobierno, anunciado en el otoño de 2008, en momentos en que China era golpeada de lleno por la crisis económica mundial.
En las zonas urbanas, esas inversiones saltaron en un 30,5% (en alza de 4,4 puntos porcentuales con respecto a 2008).
El alza de la producción industrial fue modesta en el año, un 11%, pero se aceleró claramente en el cuarto trimestre: 18% en cálculo anual.
Las ventas al detalle se portaron bien con un aumento del 15,5% en 2009.
Al final del año, sin embargo, el índice de precios del consumo, fiel de la inflación en China, volvió a subir, con un 1,9% en diciembre, tras haber sido ampliamente negativo los meses precedentes. En todo 2009, fue de -0,7% en cálculo anual.
"Estas estadísticas sugieren que la recuperación se enraiza con fuerza", a comentó Jing Ulrich, de JP Morgan, subrayando que las recientes estadísticas del Servicio de Aduanas habían mostrado "una clara mejora de las exportaciones".
Estas progresaron en un 17,7% en cálculo anual en diciembre, "primer mes de crecimiento positivo en cálculo anual desde octubre de 2008", agregó Jing Ulrich.
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