"El presidente dará una conferencia la próxima semana para explicar qué acciones se van a tomar, tenemos que sentarnos a definir una estrategia. Estamos estudiando las cuentas para determinar todas las deudas que hay", dijo el viernes el ministro de finanzas William Chong.
Honduras arrastra una histórica debilidad fiscal y la situación se agravó debido al aislamiento que sufrió el país por parte de los organismos internacionales y países cooperantes a raíz del golpe de estado de junio de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya.
Chong y su antecesora del gobierno de facto Gabriela Núñez anunciaron el jueves que nueva administración recibe las cuentas con unos 1.000 millones de lempiras (unos 55 millones de dólares) y que hay un recuento parcial de deudas que el estado ha de pagar por más de 5.000 millones de lempiras (275 millones de dólares).
"El gobierno, de hecho, está sin dinero. No se puede obviar que Honduras nunca ha tenido una bonanza como para pensar que un gobierno comienza de maravilla, pero esta es la peor situación en los últimos 60 años", dijo el viernes el director del Foro Social para la Deuda Externa de Honduras, Mauricio Díaz.
El analista político y funcionario en gobiernos anteriores, Juan Ramón Martínez vaticinó que "no habrá recursos frescos hasta junio o julio, mientras tanto el país tendrá que continuar financiándose como ha hecho hasta ahora, con deuda interna".
La Unión Europea, Estados Unidos y los organismos de crédito internacionales suspendieron sus programas de apoyo a Honduras, cuyo presupuesto depende en al menos 20% de la ayuda exterior.
Luego de su primera reunión oficial con Lobo, el embajador estadounidense en Tegucigalpa, Hugo Llorens dijo que "estamos estudiando el procedimiento para reanudar la asistencia económica". No dio fechas o detalles sobre cómo ha de restablecerse la cooperación de Estados Unidos con este país centroamericano.
Díaz que existe "una necesidad de efectivo verdaderamente urgente y difícil de resolver con ayuda externa porque ésta no llegará hasta que no se solucione el tema de las pausas a los desembolsos".
El nuevo mandatario confía en que reanudará relaciones con los organismos financieros y los países que desconocieron a Honduras tras el golpe.
Para Díaz, el ingreso de fondos tomará meses para ser una realidad. Mientras tanto, el gobierno deberá depender de los ingresos corrientes.
Indicó que en marzo hay una subida en la recaudación y otra más en junio, pero que el ejecutivo tendrá que priorizar sus gastos y conformarse con pagar salarios y cubrir necesidades mínimas como salud.
Van a tener que reprogramar los pagos de deuda externa e interna, la inversión pública y atender lo verdaderamente más urgente.
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