Los nuevos gravámenes fueron establecidos en una reforma a la Ley de Equidad Fiscal que entró en vigencia el 1 de enero, la cual permitirá al gobierno recaudar más de 50 millones de dólares, un 23% más que en 2009, declaró el economista y sociólogo nicaragüense Cirilo Otero.
La reforma incrementa sustancialmente el Impuesto Sobre la Renta (IR) que pagan personas naturales, jurídicas y unidades económicas y el Impuesto General al Valor Añadido (IVA), que se aplica a los productos que se comercializan en el mercado, en un país donde una inmensa mayoría vive con dos dólares al día.
También afecta el Impuesto Selectivo de Consumo (ISC), que rige sobre la venta de combustibles y cigarrillos, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), al margen de otras cargas tributarias que los nicaragüenses pagan en las facturas de servicio público.
El paquete fiscal "es un acto desesperado del gobierno" que provocará "más recesión económica porque la gente va a dejar de gastar y de movilizar capitales para evadir el pago de impuestos", advirtió Otero. Consideró que las medidas lejos de "estimular los procesos productivos que necesita Nicaragua" para salir de la pobreza, ahuyentará la inversión privada.
Las reformas obligarán por ejemplo a las empresas pagar el 30% del IR, además del 1% que obtengan por las utilidades de sus negocios, afirmó.
Impone además por primera vez, una carga del 10% anual a las personas con ingresos superiores a los 2.400 dólares al año, como a los asalariados que devenguen más de 3.600 dólares, de acuerdo con una tabla progresiva que oscila entre el 10 y el 30% anual.
Otro canon que el experto considera que afectará la economía es el aumento de un 30 a un 45% del impuesto por comercialización de combustibles, que Nicaragua importa en su mayoría de Venezuela a precios preferenciales que no tienen mayor impacto en el mercado interno.
"De nada sirve traer el petróleo barato de Venezuela, porque no viene en carácter de ayuda sino con fines de comercialización", cuestionó el especialista.
El negocio petrólero venezolano es manejado fuera de presupuesto por una empresa llamada Albanisa -vinculada, según la oposición, al presidente Ortega-, que vende el combustible a las distribuidoras, que pagan al gobierno un elevado impuesto y que termina pagando el consumidor, explicó.
El gobierno también cobrará de 35 a 50 dólares por cada máquina existente en los casinos y empresas de juegos de azar, los premios de lotería superiores a 2.400 dólares, así como las rifas, sorteos mayores a 1.200 dólares, entre otras disposiciones.
También se gravarán con un 10% anual los ahorros bancarios de más de 10.000 dólares.
El gobierno se propone cubrir con estas reformas parte del déficit presupuestario, valorado en cerca 300 millones de dólares, mientras que el resto será financiado con préstamos y donaciones internacionales, según el ministro de Hacienda, Alberto Guevara.
"Esta es la peor medida económica de la administración de Ortega", afirmó a la prensa el experto fiscal Francisco Báez.
La recaudacion fiscal de Nicaragua ascendió al 16,5% del PIB en 2009, un 1,1% que el año anterior (17,6%), según datos preliminares del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).
El recorte de la ayuda externa a Nicaragua, tras las cuestionadas elecciones municipales de 2008, y la recesión del mercado estadounidense afectaron el año pasado la frágil economía de Nicaragua, uno de los países más pobres del continente.
Ante la crisis, que ha afectado seriamente la recaudación fiscal en una región donde el 70% procede del consumo y el 30% de la renta, los países de la región han empezado o tienen en proyecto aumentar los impuestos para reducir los déficits y cumplir las promesas de gobierno.
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