El certamen de Detroit, que recibió 650.000 visitantes en su edición de 2009, viene marcado por el fuerte impacto que la crisis económica internacional ha tenido en la industria de automoción, y que llevó a dos de los gigantes del sector en Estados Unidos, General Motors y Chrysler, a acogerse a sendos procedimientos de suspensión de pagos de los que emergieron rápidamente.
En Estados Unidos, las ventas de automóviles cayeron en 2009 a su nivel más bajo de los últimos 27 años, con 10,43 millones de unidades, lo que supone una reducción del 21,2% en comparación con el ejercicio anterior. No obstante, los expertos consideran que a medida que se asiente la recuperación económica, también mejorará la situación del sector automovilístico.
Como es habitual, el Salón de Detroit abrirá dos días, 11 y 12 de enero, exclusivamente para los profesionales del sector. El pasado año, el evento contó con más de 5.500 periodistas acreditados, procedentes de cincuenta países. Más del 30% de los profesionales de la prensa procedían de fuera de Estados Unidos.
Los días 13 y 14 de enero el certamen estará dedicado a los profesionales de la industria del automóvil. Se espera la asistencia de 14.000 directivos que aprovecharán el evento para entablar y desarrollar negociaciones, en un momento en que las fusiones y adquisiciones vuelven a estar de actualidad.
El 15 de enero será el día destinado a las organizaciones benéficas. Desde 1989, el Salón ha recaudado 79 millones de dólares (55,2 millones de euros), destinados a sufragar proyectos relacionados con niños necesitados en el Estado de Michigan.
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