Así se desprende de la encuesta europea de Ernst & Young sobre el sector de la automoción, realizada a directivos de 300 compañías europeas (25 de ellas españolas) dedicadas a la fabricación de coches o al suministro de componentes.
El estudio revela que sólo el 20% de los directivos entrevistados considera que la competitividad de la industria automovilística española es muy alta (4%) o alta (16%). Por contra, el 45% cree que la competitividad es media y el 35% estima que es baja.
De esta forma, España se sitúa en último lugar entre los grandes países productores en materia de competitividad, superada por otros Estados como Hungría, Polonia, Rusia, Brasil o Reino Unido. Alemania, Japón, China, Francia e India encabezan el ranking.
Por lo que respecta a la estabilidad de las instalaciones industriales radicadas en España, el 24% de los encuestados creen que es alta (18%) o muy alta (6%), lo que sitúa al país en la parte media baja de una clasificación que vuelve a estar liderada por Alemania, Japón y China.
En otro orden de cosas, el 56% de los directivos españoles encuestados estima que la situación de su empresa mejorará ligeramente en los próximos seis meses, mientras que el 16% cree que esta mejoría será "significativa".
No obstante, los directivos de las empresas españolas no ven un crecimiento sostenido de los mercados automovilísticos a corto plazo. Así, el 13% no espera ningún crecimiento y los encuestados opinan que la crisis durará al menos doce meses más.
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