El índice que elabora esa entidad para medir la confianza de los consumidores, a través de consultas periódicas en quinientos hogares del país, alcanzó este mes los 74,4 puntos, 1,9 más que el mes anterior y 1,2 más de lo que se había calculado inicialmente.
El nivel alcanzado en enero es el más alto desde el mismo mes de 2008, debido más a la confianza de los consumidores en las condiciones generales de la economía, que a las de sus propias finanzas.
"Los consumidores están mayoritariamente convencidos de que lo peor ya ha pasado, pero prevén un estancamiento del empleo y los ingresos personales, y no tanto un rápido crecimiento en 2010", explicó la entidad, que calcula que el gasto de los estadounidenses aumentará en torno al 1,8% este año.
Otros cálculos similares de la entidad privada de análisis The Conference Board difundidos el pasado martes también apuntaron a un incremento de la confianza en enero, por tercer mes consecutivo.
En la evaluación sobre las condiciones actuales de negocio, un 9% de los encuestados por esa entidad consideró que son "buenas", frente al 7,5% que tenían esa misma percepción en diciembre.
Sobre el mercado laboral, un 47,4% consideró que es difícil encontrar empleo, comparado con un 48,1% que tenía esa impresión en diciembre.
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