Según datos de Nielsen sobre establecimientos de libre servicio, estas marcas elevaron sus ventas un 7,1% hasta noviembre, mientras que las enseñas de fabricantes redujeron su facturación un 4,2% en el mismo periodo.
La marca de la distribución aumentó su peso en mayor medida en el segmento de platos cocinados y precocinados, donde ganó más de siete puntos, al pasar de una participación del 39,4% en 2008 a un 46,6% en el acumulado de los once primeros meses de 2009.
Le siguen el segmento de conservas, donde subió cerca de cinco puntos, hasta el 52,7%, y el de derivados lácteos, en el que creció 3,5 puntos, hasta el 34%.
Al margen de estos avances, el segmento de productos alimenticios donde el peso de la marca blanca es mayor es el de charcutería, donde alcanza el 54,7%.
En el mercado de las bebidas, la marca del distribuidor alcanzó una cuota del 17,3%, frente al 15,6% del año anterior, con un mayor peso en zumos (50,7%), cervezas (21,3%) y aguas (16,3%) y con una penetración por debajo de la media del mercado en vinos, espumosos, bebidas refrescantes y bebidas alcohólicas.
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