miércoles, 27 de enero de 2010

Los banqueros contraatacan en Davos para evitar un mayor control del sector

DAVOS.- Los banqueros lanzaron rápidamente este miércoles en la apertura del Foro Económico Mundial (WEF) de Davos su contraataque ante la ofensiva política tendente a controlar más al sector, asegurando que limitar el tamaño y las actividades de los bancos no es la mejor respuesta para evitar otra crisis financiera.

"No he visto evidencia que sugiera que achicar los bancos y hacerlos más pequeños sea la respuesta" para evitar una nueva crisis, dijo el presidente del banco británico Barclays, Robert Diamond, en un debate sobre riesgos financieros el miércoles por la mañana en Davos (este de Suiza).

En la misma sintonía, el presidente del banco estadounidense JP Morgan Chase International, Jacob Frenkel, afirmó que "la muy profunda recesión que hemos tenido constituye un terreno fértil para decisiones políticas potencialmente malas".

El presidente norteamericano Barack Obama anunció la semana pasada su intención de limitar el tamaño de los bancos e impedir que los establecimientos dedicados a los depósitos y ahorros especulen en los mercados por propia cuenta, con el objetivo de evitar nuevas tomas de riesgo excesivas de este sector señalado como uno de los grandes responsables de la crisis mundial.

La cuestión se ha convertido en uno de los grandes ejes de debate de Davos, donde líderes políticos y empresarios batallan para imponer su posición, y el presidente francés Nicolas Sarkozy se sumó a la ofensiva de Obama en su discurso inaugural del Foro.

"El trabajo del banquero no es especular, es analizar el riesgo del crédito, medir la capacidad de los deudores de reembolsar y financiar el desarrollo de la economía", indicó el jefe de Estado francés, de acuerdo con Obama en que "es necesario disuadir a los bancos de especular por sí mismos o financiar fondos especulativos".

Según un estudio publicado el martes por la consultora PriceWaterHouseCoopers, los responsables de las grandes corporaciones están más preocupados por un posible exceso de regulación de sus negocios.

Para el presidente de Barclays, una reducción del tamaño de los bancos tendría un impacto "muy negativo" sobre la economía y el empleo. "Hubo una regulación y una gestión (de los bancos) ineficaz, particularmente en la gestión del riesgo", dijo Diamond, al referirse a lo ocurrido antes de la crisis.

Para Frenkel, los proyectos de reforma del sector financiero esconden "el peligro de un intervencionismo excesivo, de un proteccionismo". Un discurso similar tuvo el presidente del asegurador londinense Lloyd's, Peter Levene, quien estimó que se necesitaba una "buena regulación, una mejor regulación, pero no una mayor regulación".

Presente en uno de los debates que abrió Davos, el español Jaime Caruana, director del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), subrayó que los Estados y los reguladores no podían solucionar por sí solos los problemas y que el sector privado "tiene mucho por hacer".

Favorable a un mayor control, el ex gobernador del Banco Central mexicano, Guillermo Ortiz, puso como ejemplo la resistencia de las economías latinoamericanas ante la crisis mundial, explicando que la región había aprendido las lecciones del pasado y había optado por una regulación más estricta.

"Todos los mercados emergentes fueron capaces de resistir. Esto me sugiere que debemos aprender de nuestros errores. En el caso de los mercados emergentes, la fuerte regulación se aplicó para evitar este tipo de problemas que llevaron a una crisis", dijo

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