lunes, 18 de enero de 2010

Más de la mitad de los empresarios españoles retrasa la recuperación económica a 2012

MADRID.- Los empresarios y directivos españoles se muestran aún pesimistas sobre una eventual recuperación de la economía, ya que el 85% descarta que se salga de la recesión antes de 2011, mientras que más de la mitad aplaza a 2012 el retorno a un crecimiento positivo, según la encuesta anual de Grant Thornton sobre más de 7.400 empresarios de compañías internacionales.

El estudio arroja que siete de cada diez líderes empresariales desconfía del desarrollo económico de España durante este año, una leve mejoría con respecto al anterior, aunque mantiene al tejido empresarial español como el más pesimista del mundo, sólo superado por Japón.

"Una cosa será frenar la caída del PIB, o incluso salir de la recesión, en su definición técnica, y otra muy distinta la recuperación de la economía y la generación de empleo", explicó el socio director de Audihispana Grant Thornton, José María Fernández Ulloa, quien lo achacó a las "dificultades" que todavía persistirán este año: la falta de liquidez, la debilidad de la demanda y el estancamiento de precios.

Respecto a cuándo se consolidará la recuperación mundial, el 53% de los españoles cree que se alcanzará antes de que concluya 2010, frente al 62% de los empresarios de todo el mundo.

"Parece seguro que los emergentes de América Latina y Asia actuarán como motor de la recuperación económica mundial, mientras que Estados Unidos y las grandes economías europeas mostrarán una recuperación modesta y sometida a incertidumbres", indicó Fernández Ulloa.

Según las previsiones de este experto, tanto España como Irlanda, ambas con tasa de paro muy elevadas y aún bajo los efectos de la burbuja inmobiliaria, sufrirán "la velocidad más lenta de recuperación".

Para encarar el proceso de recuperación paulatina, los empresarios españoles apuestan por la búsqueda de nuevos productos o servicios destinados a nuevos mercados, así como por la formación de sus trabajadores. En este sentido, la mitad de las compañías con menos de 250 empleados se decanta por introducirse en nuevos mercados, frente al 33% de las empresas de mayor tamaño.

Pese al pesimismo reinante, los empresarios mejoran sus perspectivas respecto a los principales indicadores económicos. Así, el saldo neto de optimismo en exportaciones, resultado de restar las respuestas pesimistas a las optimistas, alcanza los 21 puntos, o lo que es lo mismo, las compañías españolas vislumbran que sus ventas en el exterior van a crecer veinte veces más.

También mejoran las previsiones sobre los ingresos, con un balance positivo de 11 puntos, y que Fernández Ulloa justificó en la activación de las exportaciones y en que las compras empiecen a repuntar.

"Hay que tener también en cuenta que las empresas que existen hoy en día ya son las supervivientes y las perspectivas tan negativas del año pasado desembocaron en la desaparición de parte de sus competidores", matizó.

Sin embargo, el 25% de los empresarios admite que continuará reduciendo sus plantillas, frente a sólo un 17% que confía en generar nuevos puestos de trabajo. Aún así, el ritmo de destrucción de empleo se frena respecto a 2009.

Las perspectivas sobre los beneficios para cerrar 2010 no son muy halagüeñas, ya que se mantienen en niveles negativos (-5 puntos), aunque mejores que en 2009, cuando se hundió hasta los -39 puntos.

"Muchos de los ajustes de costes y plantillas ya están hechos y esto permite que las perspectivas de beneficios no sean tan negativas como el año anterior", concluyó Ulloa.

Por último, el 28% de las empresas españolas espera incrementar su inversión en I+D+i, el mismo porcentaje que confía en destinar más financiación a equipos productivos.

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