miércoles, 6 de enero de 2010

Naoto Kan, nuevo ministro de Finanzas de Japón, tras la renuncia de Fujii

TOKIO.- El ministro japonés de Finanzas, Hirohisa Fujii, renunció por motivos de salud y fue sustituido por el viceprimer ministro Naoto Kan, anunció el miércoles el jefe del gobierno, Yukio Hatoyama, que pierde así al miembro más experimentado de su equipo en una coyuntura delicada.

Esta renuncia, la primera desde la llegada al poder de Hatoyama, en septiembre, constituye un gran problema para el primer ministro, confrontado en las últimas semanas a una fuerte caída de su popularidad.

Hirohisa Fujii, de 77 años, había sido hospitalizado el 28 de diciembre a raíz de problemas de hipertensión, extenuado por la preparación del presupuesto de Estado para el ejercicio 2010-2011, que debe ser debatido en el Parlamento a partir del 18 de enero.

"El ministro de Finanzas Fujii está agotado. Un certificado médico indica que tiene dificultades para cumplir sus funciones oficiales de ministros. No tengo más opción que tomar en serio el diagnóstico médico", declaró Hatoyama. "He pedido al viceprimer ministro Kan ejercer las funciones de ministro de Finanzas, y ha aceptado", agregó.

Unas horas antes de esta renuncia, Hatoyama había señalado de forma pública que esperaba convencer a Fujii de que permaneciese en el puesto para afrontar el debate presupuestario en el Parlamento, el primero entre el nuevo gobierno de centro-izquierda y la oposición conservadora.

El nuevo ministro de Finanzas, Naoto Kan, de 63 años, estaba a cargo hasta el momento de la Oficina de Estrategia del Estado.

"Pienso que el viceprimer ministro Kan es perfectamente competente para este trabajo y no tengo ninguna inquietud", afirmó Hatoyama.

Apodado 'el irritable Kan' a raíz de su carácter, es uno de los fundadores del Partido Demócrata de Japón (PDJ), de Hatoyama.

Kan saltó a la primera plana en los años 90 como ministro de Salud, tras ser empujado por su administración a revelar su implicación en un escándalo de transfusión de sangre infectada con VIH.

En cuanto a Hirohisa Fujii, un ex alto funcionario del Tesoro que había sido ministro de Finanzas en un efímero gobierno de izquierda a principios de la década de los 90, había sido elegido por Hatoyama a raíz de su experiencia y sus conocimientos de los secretos del poder.

La presencia en el gobierno de este veterano tenía como objetivo además tranquilizar a los inversores, ya que algunos de ellos miraban con desconfianza la llegada al poder de un equipo electo sobre la base de un programa muy marcado a la izquierda.

Pero si la partida de Fujii podría provocar revuelo político, su influencia en los mercados debería ser nula, estiman los analistas. "No preveo ningún impacto en la economía japonesa en su conjunto", indicó en ese sentido el economista Yutaka Harada, del Instituto de investigación Daiwa.

La economía nipona, la segunda del mundo, acaba de salir a duras penas de una recesión que se prolongó de abril de 2008 a marzo de 2009, la más larga desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

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