martes, 26 de enero de 2010

Obama decide medidas para la clase media antes de su discurso clave de mañana

WASHINGTON.- Luego de la derrota demócrata en una elección parcial la semana pasada, el presidente Barack Obama reunió a su equipo económico para definir medidas en favor de la clase media, tema que dominará su discurso sobre el Estado de la Unión mañana miércoles ante el Congreso.

Tradicionalmente el discurso del miércoles es la ocasión para que el presidente presente a los estadounidenses su programa para el año próximo. La primera comparecencia de este tipo para Obama adquiere una urgencia particular luego de la derrota del 19 de enero.

En efecto, un republicano ganó en Massachusetts (noreste) el banco que ocupó durante casi medio siglo el fallecido Edward Kennedy, figura señera de la izquierda estadounidense, haciendo perder a los demócratas la mayoría calificada que detentaban en el Senado, que les permitía evitar una obstrucción legislativa por parte de la oposición.

Este desenlace pone en el limbo el ambicioso proyecto de reforma del sistema de salud impulsado por Obama, quien el viernes reaccionó afirmando que continuará "luchando" para mejorar las condiciones de vida de los estadounidenses que tienen dificultades para pagar sus cuentas en este período de crisis económica.

Con el fin de economizar 250.0000 millones de dólares de aquí a 10 años y reducir el déficit, Obama propondrá congelar por tres años una parte del presupuesto federal de Estados Unidos, dijo el lunes un alto responsable.

"Proponemos un estricto congelamiento de nuestros gastos no esenciales y no relacionados con la seguridad en 2011, y continuar este congelamiento en 2012 y 2013", afirmó el responsable que pidió el anonimato.

En la reunión en la Casa Blanca con su equipo denominado "Fuerza de choque para la clase media", cuya dirección confió al vicepresidente Joe Biden, Obama detalló una serie de medidas destinadas a aliviar la carga de las familias con niños, estudiantes o ancianos a cargo.

Entre ellas, figura un aumento de las reducciones fiscales para la custodia de niños y para los jubilados, un límite máximo para los rembolsos de préstamos estudiantiles y un incremento de los subsidios para las familias que tienen ancianos a su cargo.

"Luchamos todos los días por que los estadounidenses encuentren trabajo, por crear buenos empleos y reforzar nuestra economía a largo plazo", afirmó el lunes el presidente, cuya gestión de la economía es criticada por la mayoría de sus compatriotas, un año después de asumir funciones.

El desempleo constituye un rompecabezas mayúsculo para Obama y su administración. Pese a que Estados Unidos salió de la recesión en el verano boreal pasado, la economía perdió 85.000 empleos en diciembre y la tasa de desempleo oficial se mantiene en 10%. Incluyendo a los desempleados considerados "desanimados", el porcentaje llega a 17,3% de la población económicamente activa del país que no encuentra trabajo.

"Los estadounidenses de clase media son afectados de lleno por la crisis económica y trabajan cada vez más para ganar menos", declaró a una cadena de televisión el domingo, David Axelrod, uno de los principales consejeros de Obama.

En busca de un efecto de apalancamiento en el mercado laboral, Obama parece privilegiar ahora medidas poco costosas para el contribuyente. Visto el colosal déficit presupuestario -cerca de 1,4 billones (millón de millones) de dólares- la administración se muestra poco dispuesta a preparar un nuevo plan de reactivación como el de 787.000 millones aprobado 11 meses atrás.

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