sábado, 23 de enero de 2010

Obama inicia una dura batalla con el plan para poner coto a la banca

WASHINGTON.- La propuesta del presidente estadounidense, Barack Obama, de poner coto al tamaño y actividades de los bancos anticipa una dura batalla para que se apruebe e implemente este ambicioso plan que busca reducir los riesgos del sistema financiero, estimaron analistas.

Las bolsas mundiales cerraron el viernes en neta bajada, debilitadas por la caída del valor de los bancos en reacción a las drásticas medidas anunciadas por Obama, ante el temor de los inversores de que éstas afecten a las firmas estadounidenses.

El plan busca limitar la asunción de riesgos "excesivos" y obligaría a una firma financiera a elegir entre negociar en la bolsa y a veces invertir en valores financieros peligrosos bajo su propio riesgo o dedicarse a las actividades comerciales, como realizar préstamos y recibir depósitos.

La iniciativa, que debe ser aprobada por el Congreso, incluye una nueva propuesta para limitar la consolidación del sector financiero, estableciendo límites al "crecimiento excesivo de la porción de deuda" en las firmas financieras más importantes.

Algunos analistas estiman que la medida podría implicar un revés para el mercado financiero, recreando medidas similares a las instauradas en 1933 con la Glass Steagall Act (anulada en 1999), que separó los bancos de inversión de los bancos comerciales.

"Creo que ir hacia atrás no es lo correcto, creo que deberíamos ir hacia adelante", estimó Sung Won Sohn, economista de la Universidad del estado de California. Sohn opinó que la medida, aunque sea aprobada, tal vez no logre el impacto deseado porque el sistema global está interconectado.

"La mayoría de los países, incluida Europa, no tienen normas Glass-Steagall por lo que tienen un campo libre para manejarse en casi todos los aspectos de las finanzas", indicó. "No creo que debamos perjudicar las instituciones estadounidenses".

Pero Joseph Stiglitz, economista de la Universidad de Columbia y laureado con el Nobel, opinó que la idea general del plan de Obama es positiva. "Creo que necesitamos cambiar el marco regulatorio", dijo Stiglitz en un foro en Washington antes que se anunciaran los detalles del plan de Obama.

"Si se observan los incentivos a nivel individual y a nivel organizacional, están distorsionados, estimulan el tipo de asunción de riesgo que tenemos. Cuando tienes bancos que son demasiado grandes como para fracasar, especulan".

La Financial Services Roundtable, que representa a 100 de las mayores firmas financieras del país, opinó que la propuesta haría poco para mejorar la administración del riesgo o proteger a los consumidores de préstamos e intercambios irresponsables.

"La propuesta restringirá los préstamos, aumentará el riesgo, disminuirá la estabilidad en el sistema y limitará nuestra habilidad para ayudar a crear empleos", dijo Steve Bartlett, presidente y director ejecutivo de Roundtable.

El principal asesor económico de Obama, Austan Goolsbee, dijo que el objetivo es reenfocar los bancos, pero no representa un regreso a la era de la Depresión, creando una división entre bancos de inversión y comerciales. El objetivo es "volver a la naturaleza fundamental del banco, que es servir a sus clientes más que invertir para su propio beneficio".

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