miércoles, 27 de enero de 2010

Para los empresarios, la regulación financiera puede frenar la recuperación

DAVOS.- Los líderes empresariales del mundo advirtieron el miércoles a los gobiernos occidentales de que las medidas populistas contra la industria financiera podrían perjudicar la frágil recuperación global de la peor recesión desde la década de 1930.

La respuesta a los planes del presidente estadounidense, Barack Obama, de imponer tributos y poner límites a los grandes bancos, surgió en el día de apertura del Foro Económico Mundial, un encuentro anual de cerca de 2.500 líderes empresariales y autoridades económicas en el centro turístico suizo de Davos.

Según los sondeos realizados para la conferencia, la confianza económica mundial ha crecido tras caer profundamente en 2009 y hay una vuelta cautelosa a la contratación de personal, especialmente en los mercados emergentes.

Pero el fantasma de la regulación estricta y la intervención gubernamental en la economía era la mayor nebulosa que aparecía en el horizonte de varios participantes.

La incertidumbre respecto a si China frenará su ritmo febril de crecimiento y las preocupaciones sobre cómo Grecia pondrá fin a su crisis fiscal también preocupaban a los empresarios.

Obama golpeó a los mercados el 21 de enero con sus propuestas de obligar a los bancos comerciales a cortar vínculos con los fondos de cobertura y de capital privado, a detener sus operaciones propias de intermediación, y a forzar al sector financiero a pagar por su enorme rescate financiado con dinero de los contribuyentes.

"Sería desafortunado que las próximas reformas regulatorias estén basadas en un mensaje populista", dijo Dennis Nally, presidente global de contadores de PricewaterhouseCoopers (PwC).

El presidente del banco Barclays, Bob Diamond, rechazó el intento de Obama de limitar el tamaño de los grandes bancos y restringir sus operaciones de toma de riesgos.

"No he visto pruebas que sugieran que reducir a los bancos y hacer a todos los bancos más pequeños o más limitados sea la respuesta", sostuvo en la jornada de apertura del foro.

"Sin riesgo, no tenemos una industria bancaria (...) Tener bancos que sean bien gestionados y dispuestos a asumir riesgos, y especialmente dispuestos a asumir riesgos fuera de las fronteras, es esencial si queremos tener empleo y crecimiento económico", puntualizó.

De acuerdo a un estudio de PwC, la confianza empresarial se recuperó tras la peor caída en la actividad económica desde la Segunda Guerra Mundial, lo que ha llevado a más líderes industriales a volver a contratar personal.

Según la encuesta a 1.200 presidentes ejecutivos de 52 países, el 39 por ciento de ellos pretendía contratar más personal en 2010, mientras que un 25 por ciento planeaba despedir a más gente, una caída respecto a casi la mitad de quienes querían recortar empleos hace un año.

Pero la contratación será a una escala modesta y principalmente en las economías emergentes en auge, como China e India, más que en el mundo industrializado, dijo el informe.

Los límites propuestos por Obama para los bancos de Wall Street recibieron un cauteloso apoyo de los gobiernos europeos, pero podría complicar los intentos por desarrollar un consenso global sobre regulación financiera en el grupo de los 20 países desarrollados y economías emergentes (G-20).

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, afirmó al diario Wall Street Journal que las reformas propuestas en Estados Unidos eran "relevantes e interesantes" y que compartía el mismo objetivo que las medidas europeas.

"Ellos van en la misma dirección que nuestra posición, a poder asegurar que el sector bancario centre su financiación en la economía real, que es su papel clave", comentó. Pero pidió coordinación, para evitar lagunas jurídicas en el sistema financiero internacional integrado.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ha liderado la campaña por la regulación y la política industrial del Estado y que ha demandado una "moralización del capitalismo", iba a marcar la tónica de la agenda durante el miércoles.

En pleno escándalo público por los enormes bonos que se pagan a los banqueros, cuyas instituciones se salvaron gracias a la ayuda de los contribuyentes, algunos asesores comentaron que Sarkozy insistiría en que no se puede volver a caer en los excesos de la especulación y la desregulación financiera.

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