miércoles, 17 de febrero de 2010

Cada vez más indigentes en los suburbios de EE UU

NUEVA YORK.- Las personas sin techo en las zonas rurales y suburbanas de Estados Unidos están desbordando la capacidad de los albergues en este invierno, en un momento en que la economía sigue en problemas y el índice de desempleo es cercano al 10%.

Todo ello representa una "tormenta perfecta de embargo de propiedades, desocupación y falta de vivienda asequible", según la opinión de un funcionario.

"Vemos a muchas familias que nunca antes habían buscado ayuda del gobierno", dijo Greg Blass, comisionado de Servicios Sociales en el condado de Suffolk, en la parte oriental de Long Island.

"Podemos ver un aumento en espiral en la solicitud de cupones de ayuda alimentaria o de asistencia para tener calefacción. El Medicaid (programa de ayuda médica para los pobres) se ha disparado", añadió Blass. "Esto realmente está llegando a una etapa de alarma".

El gobierno federal está contando de nuevo a los sin techo en la nación, y de acuerdo con muchas referencias, las cifras en los suburbios siguen creciendo, especialmente en los casos de familias, mujeres, hispanos y hombres que solicitan ayuda por primera vez. A veces, las dependencias gubernamentales debe rechazar a algunos solicitantes".

"Sí, definitivamente ha habido un número mayor de rechazos este año", dijo Jennifer Hill, directora general de la Alliance to End Homelessness en el suburbio del condado de Cook, Illinois. "Vemos aumentos en el uso de los albergues, del orden del 30% o más".

El Departamento Federal de Vivienda y Desarrollo Urbano, en su encuesta del año pasado, detectó que el número de personas sin hogar permaneció en alrededor de 1,6 millones, pero el número de gente sin techo en zonas rurales o suburbanas aumentó del 23 al 32%.

El reporte del Departamento correspondiente al 2009, que reflejó los 12 meses concluidos el 3 de septiembre del 2008, encontró también que el número de familias sin techo y en albergues aumentó de unos 473.000 a 517.000.

Greta Guarton, directora general de la Coalición de Nassau-Suffolk para las Personas sin Techo en Long Island, encabezó recientemente a un grupo de 40 voluntarios que recorrieron terrenos baldíos y parques industriales, para el sondeo del Departamento correspondiente a este año. Los resultados se conocerán dentro de varios meses.

"Una de las cosas que hemos notado es que hay muchas más personas sin casa, principalmente hombres, quienes afirman que es la primera vez que están en la calle, lo que sugiere que ello se debe a la pérdida de sus ingresos o del empleo por la situación económica", dijo Guarton.

Stephanie Hawkins, quien perdió su empleo gerencial cuando un refugio para drogadictos y alcohólicos cerró sus puertas el verano pasado, figura ahora entre casi una veintena de "huéspedes" que viven en un tipo distinto de albergue en Long Island para mujeres que no tienen otro lugar a donde ir.

"Perdí mi empleo y mi hogar", relata Hawkins, de 44 años, mientras trata de contener las lágrimas. Sus problemas se agravan por un diagnóstico de cáncer que requiere de una qumioterapia. "Vivía donde trabajaba".

Nery Nij llegó a Estados Unidos de Guatemala hace seis años. Durante buena parte de ese tiempo fue jardinero. Se dedicaba a arreglar los prados de las fincas millonarias junto a la costa de Hampton. Durante la mayor parte de las noches de este invierno, Nij se une a decenas de jornaleros y otras personas que reciben albergue en los sótanos de iglesias y auditorios en el oriente de Long Island.

"Simplemente no hay trabajo", dice Nij. "Es todo un reto. Si uno no tiene trabajo, no puede pagar el alquiler, y si no paga, se queda en la calle".

Naiquan Pritchett dice que se sintió destrozado cuando perdió su empleo en la construcción, hace unos cuatro meses. Sus cuentas se elevaron y vive ahora en un albergue en Long Island, para hombres.

"He hecho trabajos de construcción por nueve años", dijo Pritchett.

La crisis se palpa en los suburbios de todo el país.

Al noreste de Atlanta, los embargos de propiedades subieron un 77% entre el 2008 y el 2009, dijo Suzy Bus, de la Coalición del Condado de Gwinnett para la Salud y los Servicios Humanos. Aproximadamente el 60% de la gente sin hogar en el condado son niños de cuando mucho nueve años, dijo.

"La gente considera que los sin techo son sólo quienes duermen debajo de los puentes, pero el problema es mucho más complejo que esto y permea mucho más de lo que mucha gente se percata en nuestra sociedad", expresó Bus.

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