Así lo manifestó el secretario general de la patronal, Javier Garat, durante un almuerzo informativo convocado por la Asociación de Cerqueros Españoles para dar a conocer la situación de esta pesquería, y en concreto, las consecuencias que tendría esta prohibición sobre el arte de cerco.
La pesca del atún rojo supone anualmente una facturación por primera venta de unos 18 millones de euros y genera en torno a 2.300 empleos directos e indirectos, a pesar de suponer sólo el 0,3% de las 800.000 toneladas de pescados capturadas anualmente en España.
"Esperamos que España defienda una posición de fuerza, ya que la inclusión de esta especie en CITES sería un precedente malísimo para cualquier otra pesquería", subrayó Garat.
Según Garat, el futuro de la pesca del atún se encuentra "en manos de terceros países" a expensas de la decisión que adopte la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Citas) en la reunión que tendrá lugar del 13 al 25 de marzo en Doha (Qatar).
"Hay más atún rojo del que dicen los científicos, por que no se han contabilizado los efectos del plan de recuperación; se va a poner en tela de juicio la labor de las organizaciones regionales de pesca, y a los pescadores se les deja en una situación de muerte", resumió Garat.
España es el país con una mayor cuota de pesca de atún rojo en la UE, con derecho a capturar 2.526 toneladas de este recurso en 2010, y le siguen Francia e Italia. La flota comunitaria tiene una cuota total para este año de 7.104 toneladas.
Por artes de pesca, la flota de cerco realiza el 28,3% de las capturas nacionales, seguida por las 4 almadrabas gaditanas (26,34%), la captura con cebo vivo (21,87%), el palangre (13,76%) y la pesca con caña (7,26%).
Por su parte, el director general del grupo Balfegó, Juan Serrano, señaló que en la actualidad la población de atunes se encuentra en ascenso gracias al plan de recuperación de la especie promovido por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún en el Atlántico norte (ICCAT) en 2006, fecha desde la cual "se han dejado de pescar 3,2 millones de atunes".
En este mismo sentido, Pere Vicent Balfegó, patrón de uno de los seis buques que practican este arte de pesca, indicó que tras el colapso del mercado de 2003, y el declive de la población de estos túnidos en 2004, en el año 2006, las capturas aumentaron hasta un 20% respecto al año anterior.
"Este año hemos acabado nuestra cuota una semana antes del término del periodo permitido de captura, y hemos dejado marchar gran cantidad de atunes", añadió Manel Balfegó, patrón de otro de los cerqueros.
En este sentido, Serrano criticó la actitud de los políticos europeos que ahora apoyan la prohibición de comercializar atún rojo, mientras que en la última reunión del ICCAT defendían la sostenibilidad de esta pesquería.
"Europa ha invertido más de 20 millones de euros en el control del atún rojo, y el ICCAT más de 16 millones de euros en investigación, y ahora cambian su postura por las presiones de los ecologístas", lamentó.
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