sábado, 27 de febrero de 2010

EEUU profundiza la ofensiva para vender aviones caza a Brasil

RÍO DE JANEIRO.- La llegada del portaaviones 'USS Carl Vinson' a Río de Janeiro con aviones caza F-18 a bordo, marcó este fin de semana una profundización de la ofensiva estadounidense para obtener el multimillonario contrato de venta de 36 aparatos a la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).

El inmenso navío, de 332,85 m de eslora, 11,3 m de calado y con una pista de 77 m de largo, está anclado frente al puerto de Río y su visita, según dijo a la prensa el contralmirante Ted Branch, apunta a estrechar lazos con la Marina brasileña, después de que el barco participara en tareas conjuntas con militares de Brasil en Haití, tras el terremoto que devastó el país caribeño.

Sin embargo, la presencia a bordo del barco de una docena de aviones caza F/A-18 Super Hornet que fueron presentados a la prensa y de representantes del fabricante Boeing en tierra, sitúan la escala del 'USS Carl Vinson' como un elemento más en la ofensiva norteamericana para intentar vender ese avión de combate a Brasil, en un contrato de miles de millones de dólares.

El F/A-18 Super Hornet compite con un modelo sueco, el Gripen NG, desarrollado por la empresa Saab pero aún no construido, y con el favorito de las autoridades brasileñas en esta licitación, el francés Rafale, del fabricante Dassault y que nunca ha sido vendido fuera de Francia.

El contralmirante Branch, aviador de la Marina norteamericana, evitó en rueda de prensa comparar los aviones en competencia, pero sostuvo que el F/A-18 es un avión "probado en combate", "una plataforma muy competente", "multitareas", que es "el principal avión de combate" norteamericano.

En tierra y a unos 500 metros del enorme navío, que alberga a 4.000 marinos a bordo, un representante de Boeing también habló con la prensa y dijo esperar que la visita que la próxima semana realizará a Brasil la secretaria de Estado Hillary Clinton, contribuya a mostrar al país sudamericano que una "sociedad" con Estados Unidos "tiene mucho sentido".

La compra del avión estadounidense traería "enormes beneficios para Brasil", aseguró Michael Coggins, un alto ejecutivo de la sección militar del fabricante Boeing.

Un negocio con Estados Unidos daría al gigante sudamericano, que quiere desarrollar su industria militar, la "capacidad de ingresar en la cadena de proveedores de Boeing", argumentó, al tiempo que insistió con una de las críticas que algunos expertos hacen al avión francés: su precio.

"Ofrecemos el precio más bajo a largo plazo (...) alrededor de 2.000 millones de reales (1.100 millones de dólares) menos", señaló Coggins, quien calificó además de "horribles" los antecedentes de mantenimiento de infraestructura militar vendida por Francia a Brasil en épocas anteriores.

Algunos expertos señalan, al igual que el gobierno francés, que la ventaja que ofrecen los aviones Rafale es una garantía de transferencia de tecnología, que Brasil requiere para incorporar a su propia producción militar futura.

El gobierno brasileño ha dicho y reiterado que la decisión sobre la compra de los aviones será "política" y compete en última instancia al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien ya ha expresado públicamente su preferencia por los Rafale franceses.

No hay fecha definida para que el gobierno brasileño se expida sobre una decisión de compra.

El 'USS Carl Vinson' partirá la próxima semana hacia su puerto base, en San Diego, California (suroeste de EEUU).

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