lunes, 1 de febrero de 2010

El Comité de la ONU para el Medio Ambiente achaca el fracaso de Copenhague a una "falta de madurez para el acuerdo"

VALENCIA.- El presidente del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), Daniel Chuburu, aseguró hoy que el "fracaso" de la cumbre de Copenhague, celebrada el pasado mes de diciembre se debe a "una falta de madurez para alcanzar un acuerdo concreto".

Chuburu realizó estas declaraciones en su intervención en la jornada celebrada en la Universidad CEU Cardenal-Herrera, 'La administración ante el cambio climático', organizada junto al Ayuntamiento de Valencia, según informó la institución académica en un comunicado.

En este sentido, el responsable de Naciones Unidas recordó que ayer venció el plazo para que los países participantes en la cumbre de Copenhague del pasado mes de diciembre presentaran ante la convención sus propuestas definitivas de reducción de emisiones de CO2. A partir de hoy se empezarán a analizar esas propuestas, y Cuhuburu vaticinó "un segundo fracaso de Copenhague".

En concreto, achacó este fracaso a la "falta de madurez para alcanzar un acuerdo concreto". Así, por un lado, subrayó que en Estados Unidos, "la negociación de la ley de energía y medioambiente compite con la negociación de la ley sanitaria en el Congreso, por lo que no están en condiciones de ofrecer nada concreto" mientras que Europa "rebajó su oferta de reducción de emisiones del 30 al 20 por ciento, con lo que no respondió a las expectativas de liderar el proceso".

De este modo, el presidente del Comité para el Medio Ambiente fijó sus esperanzas en la próxima Convención para el Cambio Climático, que se celebrará a finales de año en México. Allí, consideró que "puede producirse un acuerdo vinculante y real que permita prorrogar Kyoto".

Sin embargo, señaló que "para implementar los acuerdos en materia medioambiental hacen falta recursos", ya que "para muchos países es difícil cumplir con los acuerdos internacionales a pesar de la voluntad política de hacerlo".

También participó en las Jornadas de la CEU-UCH el secretario autonómico de Relaciones con la Unión Europea, Rafael Ripoll, quien consideró que las medidas contra el cambio climático en Europa "requieren de una política energética común".

Al respecto, destacó que "con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el pasado 1 de enero, Europa cuenta por primera vez con esa política conjunta, que tiene como seña de identidad la lucha contra el cambio climático". Para Ripoll, a través de este acuerdo el continente "apuesta por el desarrollo tecnológico de energías renovables que reemplacen a las contaminantes".

El secretario autonómico afirmó que esta política europea que se recoge en el Plan 20-20 (20 por ciento de reducción de emisiones de CO2 y uso de energías renovables en un 20 por ciento) es "positiva", puesto que "garantiza el suministro energético y la menor dependencia de terceros países a largo plazo y genera empleo a partir del desarrollo de procesos tecnológicos propios".

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