viernes, 5 de febrero de 2010

El euro baja a 1,3658 dólares, su cota mínima en los últimos nueve meses

FRANCFORT.- El euro cayó este viernes por debajo de 1,36 dólares por primera vez desde mayo de 2009, lastrado esencialmente por la preocupación que suscitan las dificultades presupuestarias de varios países europeos, entre ellos España.

La moneda única usada por 16 países de la Unión Europea (UE) se desplomó hasta los 1,3595 dólares hacia las 16.45 GMT, un mínimo desde el 20 de mayo de 2009, contra 1,3726 dólares el jueves a las 22H00 GMT en Nueva York.

Un poco más tarde se negociaba en torno a los 1,3613 dólares.

"Han sido 24 horas funestas para los mercados globales, porque las bolsas, las materias primas y las monedas han caído en todo el mundo (...) debido a que los inversores han abandonado los activos de riesgo en beneficio de la seguridad relativa del dólar", comentó Michael Hewson, analista de CMC Markets.

Otro factor que atrajo a los inversores al dólar fueron las cifras del empleo en enero en Estados Unidos, que arrojaron una reducción de tres décimas de la tasa de desempleo con respecto a diciembre hasta el 9,7%, a pesar de la pérdida de 20.000 puestos de trabajo netos.

Pero la principal divisa europea se vio sobre todo afectada por los temores persistentes ligados a las difíciles situaciones de las finanzas públicas de los países más frágiles de la Eurozona: Portugal, Irlanda, Grecia y España.

Estas inquietudes llevaron a los inversores a privilegiar las operaciones consideradas de menor riesgo, como las relacionadas con el dólar, tradicional valor refugio cuando hay nerviosismo en los mercados.

"Hay una ansiedad creciente sobre la capacidad individual de los gobiernos europeos de controlar su déficit a pesar de los comentarios tranquilizadores de los propios Gobiernos y del Banco Central Europeo (BCE)", agregó Hewson.

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, aprovechó el jueves la reunión mensual de política monetaria de la entidad para apoyar el plan de recorte presupuestario de Grecia y pedir al conjunto de los países miembros de la Eurozona que busquen estrategias claras para sanear sus finanzas públicas.

A la preocupación inicial por Grecia se sumó el temor a un contagio a otros países vulnerables como Portugal y España, la única economía importante que continuó en recesión en el último trimestre de 2009.

La economía española se encuentra sumida en una crisis profunda, marcada por un fuerte aumento del desempleo, cuyo índice de 18,83% de la población activa a finales de 2009 casi duplica el de la zona euro, y por un vertiginoso incremento de la deuda y el déficit público.

La deuda pública, que en 2007 representaba el 36,2% de su Producto Interior Bruto (PIB), se ha disparado hasta superar el 60% en 2010, aumentando los temores de impago.

Por último, según los analistas, el euro sufrió también la presión por la decisión adoptada el jueves por el BCE de mantener sin cambios su tasa de interés históricamente baja (1%) desde el mes de mayo.

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