Algunas inquietudes políticas, como las protestas en China durante el fin de semana por la venta de armas a Taiwán por parte de EEUU, mantenían una dosis de nerviosismo en el mercado.
El euro se movía a los mínimos desde el pasado julio, sobre 1,3850 dólares.
"La sostenida disminución del apetito de riesgo es todavía clave", expresó Greg Gibbs, estratega de divisas de Royal Bank of Scotland en Sídney.
Una cifra de PIB más fuerte que lo previsto reforzó la opinión de que la economía estadounidense se recupera de la recesión más rápido que la zona euro y Japón.
Los mercados esperan ahora a las reuniones de algunos de los principales bancos centrales y una serie de indicadores estadounidenses, entre ellos el paro no agrícola el viernes.
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