martes, 2 de febrero de 2010

El gobierno argentino intenta superar la crisis por la pugna con Redrado

BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Kirchner definirá este martes la situación del renunciante titular del Banco Central, Martín Redrado, en el intento de dejar atrás una crisis institucional generada tras la negativa del funcionario a destinar reservas para el pago de parte de la deuda.

Kirchner espera un consejo 'no vinculante' de una comisión bicameral del Parlamento que analiza desde la semana pasada la situación de Redrado, destituido por decreto a comienzos de enero por "mala conducta e incumplimiento de deberes de funcionarios públicos".

El Ejecutivo acusó al banquero después de su negativa a transferir 6.569 millones de dólares -de los 48.000 millones del total de reservas- para crear un fondo destinado a pagar parte de la deuda pública de 2010.

El enfrentamiento originó una crisis institucional que involucró a los tres poderes, después de que el gobierno y el banquero denunciaran el tema ante los tribunales.

Redrado defendió su postura escudándose en la autonomía del Banco Central y planteó la necesidad de que el Congreso interviniera tanto en su destitución como en el uso de reservas para el pago de deuda soberana, tal como lo dispone la Carta Orgánica de la entidad y la Constitución.

Ante la fuerte presión opositora, Kirchner finalmente tuvo que convocar a una comisión especial del Congreso, que integran el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, también titular del Senado, además de un representante del oficialismo y otro de la oposición, y que tiene previsto emitir su consejo durante la jornada.

Pese a su reclamación de intervención parlamentaria, Redrado no esperó la decisión de la comisión bicameral y presentó su renuncia el viernes pasado, pero el Ejecutivo la rechazó, alegando que todavía no había pronunciamiento parlamentario. El economista se alejó del cargo acusando al gobierno de "avasallar permanentemente las instituciones" y de "pretender llevarse por delante las reservas de los argentinos, que son los ahorros de todos los argentinos".

Con su renuncia, el banquero designado en 2004 por el entonces presidente, Néstor Kirchner, esposo de la mandataria, podría haberse adelantado a un eventual revés en la comisión del Congreso, donde ha venido perdiendo el apoyo de la oposición, según analistas.

La batalla por las reservas arrastró ya a Osvaldo Guglielmino, Procurador del Tesoro (jefe de los abogados del Estado), a quien el Ejecutivo responsabilizó por los sucesivos reveses que sufrió en los estrados judiciales.

Actualmente, las riendas de la entidad emisora están de manera interina en manos de Miguel Pesce, vicepresidente de la institución.

Despejado el tema de Redrado, el gobierno tendrá que superar los escollos para utilizar las reservas para el pago de la deuda en el Parlamento, donde el tema comenzará a debatirse en marzo, cuando finalice el receso por el verano austral.

El oficialismo confía en obtener los votos necesarios, pero se avecina una ardua pelea, ya que la mayoría de la oposición considera que el Ejecutivo podría apelar a ese fondo para financiar gasto público con miras a las elecciones de 2011.

Kirchner argumenta que es preferible usar reservas de institución monetaria antes que endeudarse a tasas superiores al 14% en los mercados financieros internacionales, debido a que Argentina aún no ha salido totalmente del default declarado en 2001.

En tanto, el ministerio de Economía continúa la presentación para el canje de la deuda aún en mora, por unos 20.000 millones de dólares.

En 2005, el gobierno de Néstor Kirchner (2003/2007) renegoció el 76% de la deuda declarada en default en 2001, la mayor de la historia, por 90.000 millones de dólares.

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