David de Rotschild y su hijo son actualmente los dos únicos miembros de la familia involucrados en el negocio, señala el diario 'Financial Times'. "Todos sabemos que las organizaciones que permanecen estáticas y no cambian retroceden en vez de avanzar", apunta Rothschild, quien continuará como presidente ejecutivo del grupo.
Por su parte, Nigel Higgins describe el cambio como "una evolución más que una revolución", y señala que la separación de los cargos de presidente y consejero delegado dejará a David de Rotschild mayor libertad para aprovechar oportunidades.
Asimismo, el próximo máximo ejecutivo de Rothschild destaca que la sensación de inestabilidad y desconfianza en algunos grandes bancos de inversión tras la crisis financiera ofrece oportunidades para la entidad, tanto a la hora de contratar altos ejecutivos como para ganar cuota de mercado.
En apenas una década, los cuatro hermanos Rothschild habían abierto oficinas de banca en Paris, Viena, Nápoles y Francfort.
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