En concreto, Murcia y Andalucía registraron los mayores crecimientos desde 2000 a 2008, con una variación anual del PIB del 3,71% y 3,27%, respectivamente, mientras que Asturias (2,40%) y Baleares (2,45%) se situaron a la cola, donde alcanzaron récords de población inversos.
Funcas achacó esta disparidad de crecimientos "en parte" a la inmigración extranjera, que motivó que las comunidades más avanzadas, como Madrid (3,25%) y Cataluña (2,88%), hayan crecido menos que algunas más retrasadas.
En este sentido, Baleares lideró el aumento poblacional en dicho periodo, con un incremento del 24,44%, seguido de la Comunidad Valenciana (20,86%), en tanto que Asturias (0,39%) y Galicia (1,89%) fueron las que menos crecieron en términos de población.
En cuanto a la convergencia de las provincias con la UE de los 15, los mayores crecimientos se producen en el Norte de España, Madrid, Baleares, País Vasco y Castilla y León, donde con escasos incrementos de población disparan sus índices de convergencia.
En sentido contrario, las comunidades con mayores incrementos de población registran crecimientos leves de sus índice, e incluso, descensos respecto al 2000. Así pues, la mayor convergencia provincial se corresponde a Álava, Madrid, Vizcaya y Navarra, y la menor, a Málaga, Albacete y Guadalajara.
Por otro lado, el informe calcula que Melilla, Ceuta y Navarra fueron las provincias con mayor incrementos de empleo entre 2000 y 2008, todas por encima del 15,55%. Por productividad, Ceuta y Ávila capitanearon el crecimiento en España.
En relación al consumo privado, las regiones más consumidoras respecto a su renta interior bruta en 2008 fueron Andalucía, Asturias y Cantabria, mientras que Extremadura, Castilla y León y Castilla-La Mancha fueron las que más gasto público destinaron.
Por último, Navarra, Baleares, Madrid y Cataluña se erigieron como las comunidades con un mayor saldo positivo en la balanza de pagos, y las más deficitarias, Extremadura, Castilla-La Mancha y Galicia.
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