miércoles, 17 de febrero de 2010

En Chile, las salmoneras despedirán a unas 5.000 trabajadores

SANTIAGO.- La industria del salmón despedirá a unos 5.000 trabajadores directos en los próximos cuatro meses, que se sumarán a otros 10.000 cesados en 2009 por la baja de las exportaciones debido a un virus que afectó al sector.

El gerente general de Salmón Chile, Carlos Odebret, dijo al diario El Mercurio el miércoles que "se viene un período muy difícil" que también podría afectar a los trabajadores indirectos de la industria.

En sus mejores tiempos, el sector llegó a ocupar a unas 50.000 personas, y hasta fines de este año la cifra disminuirá a unas 15.000.

La industria chilena del salmón, que llegó a ubicarse segunda a nivel mundial, colapsó por la llegada de la Anemia Infecciosa del Salmón, virus ISA, en 2007, y que se propagó demasiado rápido por la excesiva concentración de peces en sus jaulas, lo que favoreció la transmisión del patógeno mediante las ovas importadas.

Las exportaciones chilenas el 2009 fueron por 2.174 millones de dólares, un 12,7% menos que en 2008, según el informe del Boletín de Exportaciones Pesqueras.

Odebret explicó que los despidos obedecen a que en los próximos meses no habrá materia prima para procesar, situación que podría revertirse el segundo semestre.

"En octubre esperamos retomar la actividad con una nueva cosecha del salmón coho y se empezarán a cosechar las primeras siembras de salmón atlántico con el nuevo modelo productivo", dijo Odebret, según el periódico.

Organizaciones ambientalistas, como Fundación Terram, acusan a los empresarios salmoneros de una ambición desmedida que los llevó a ampliarse sin medir las consecuencias que significaba disminuir el espacio de los salmones en las jaulas, que además estaban demasiado juntas, entre otras deficiencias.

Los empresarios esperan una ley que prevenga los impactos ambientales y que responsabilice a las empresas por los excesos.

El virus ISA que hace unos años afectó a la industria noruega, se controló al separar los salmones por generación, con mayor espacio, buen aseo y vacunas basadas en aceite que neutralizan el patógeno.

Las industrias salmoneras se ubican en el extremo sur y la cesantía ha devastado a miles de familias, en una zona donde las fuentes de trabajo son muy escasas.

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