jueves, 18 de febrero de 2010

En Costa Rica los hoteleros advierten sobre baja en ocupación en 2010

SAN JOSÉ.- El sector hotelero costarricense registrará una baja en sus niveles de ocupación para los primeros meses del 2010 en relación a los registros del 2009 pero se espera que el fenómeno constituya la parte final de la crisis internacional que golpeó con fuerza a esa actividad el año pasado.

"Debemos considerar que antes se realizaban las reservas con cuatro o cinco meses de anticipación, por eso los datos de enero-febrero 2009 fueron producto del trabajo del 2008 y fueron muy buenos, la crisis aún no se sentía tanto. Ahora esa contratación se hace con menos anticipación", explicó Pablo Solano, directo ejecutivo de la Cámara de Hoteleros.

Una encuesta aplicada por la organización entre 48 hoteles de todo el país reveló que para enero el índice de ocupación pasó de 64% en el mismo mes del año pasado, a un 58%, mientras para febrero las expectativas se ubicaron en 62% contra un 72% del 2009.

El sondeo se aplicó del 7 al 27 enero, cuenta con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de 4,4%.

"El fin de estos estudios es llevar un pulso para poder reaccionar a tiempo. Aunque vemos esto como la cola de la crisis, no podemos sentirnos triunfadores pues la recuperación será lenta", comentó Solano el jueves.

Entre algunas noticias que mantienen optimistas a los hoteleros, el ejecutivo mencionó el anuncio de vuelos diarios de Aeroméxico y la posible apertura de un nuevo vuelo desde Europa a mediados del año.

El análisis de la Cámara encontró que durante diciembre, durante el pico de la temporada alta, la mejor ocupación se registró en la zona montañosa de Monteverde, así como en Puntarenas, ciudad costera en el Pacífico central.

La tarifa promedio para ese mes se ubicó en 104,5 dólares por noche, aunque sube a 163,7 dólares por noche en Puntarenas y las islas cercanas, seguido por 119,4 dólares en el norte de Guanacaste, donde se ubican algunos de los mejores hoteles de lujo instalados en el país.

Aunque Solano reconoció que esas tarifas colocan a Costa Rica como un destino caro, aseguró que se compensa con la variada oferta y la calidad de los servicios.

"El producto turístico costarricenses está ranqueado por encima del resto de Centroamérica no solo por sus atractivos naturales, sino por la estabilidad política y el servicio al cliente. No somos un destino de turismo masivo como Cuba o República Dominicana y tampoco dependemos de un atractivo único", resaltó Solano.

La Cámara de Turismo consideró semanas atrás que el sector en general crecería entre 3 y 5% este 2010, con una reactivación que se haría más evidente en el segundo semestre.

La entidad había previsto una caída del 12% en el 2009, en relación al 2008 cuando hubo cifras récord de 2,1 millones de turistas y 2.100 millones de dólares en divisas.

Hospedar jubilados extranjeros

El gobierno costarricense anunció el jueves un plan para desarrollar poblados especializados para jubilados extranjeros, en una actividad que aseguran generaría 340 millones de dólares y 40.000 empleos anuales.

"Costa Rica posee significativas ventajas competitivas para posicionarse como un importante destino para retirados. Un costo de vida menor, la eficiencia en los servicios médicos, la cercanía con otros destinos, nuestra belleza natural y excelentes condiciones climáticas, así como nuestro compromiso con el ambiente", dijo el ministro de Competitividad Jorge Woodbridge.

Destacó que con 10.000 foráneos que decidan radicarse en esta nación centroamericana, los ingresos rondarían los 340 millones de dólares por año, junto a una importante generación de empleos, unos 10.000 directos y otros 30.000 indirectos. El objetivo inicial estará en jubilados de Estados Unidos, Canadá y España, agregó.

Woodbridge y su colega de Comercio Exterior, Marco Vinicio Ruiz, firmaron un documento que declaró de interés nacional el plan para crear las llamadas "comunidades para retirados", las cuales promocionarán a Costa Rica como un lugar de descanso para extranjeros jubilados.

Ruiz indicó que se trata de "una novedosa actividad de servicios que el país está en capacidad de ofrecer de manera inmediata y de muy alta calidad a un sector de población extranjera con alto poder adquisitivo".

Los poblados estarán cerca de parques nacionales y playas que cuenten con servicios personalizados en medicina y enfermería, transporte y farmacia, según las necesidades de sus habitantes.

La idea surgió del auge del turismo médico, que de acuerdo a datos oficiales atrajo hacia Costa Rica a unos 30.000 visitantes extranjeros, en su mayoría de la tercera edad, durante el año pasado para realizarse diversos tratamientos, entre dentales, oculares y cirugías estéticas.

Ese segmento es uno de los más dinámicos de la industria turística, la principal actividad económica de Costa Rica.

El proyecto también busca dinamizar a un sector inmobiliario, sobre todo costero, que sufrió una fuerte desaceleración el año pasado e incluso de acuerdo a las autoridades, la industria de comunidades para jubilados superaría de dos a tres veces los ingresos que genera el sector inmobiliario turístico.

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