La planta automotriz - ubicada en la región del Tatarstán, a 1.000 kilómetros (600 millas) al este de Moscú - fabricará el Línea, un vehículo diseñado para países en vías de desarrollo. También producirá nuevos modelos para la iniciativa conjunta de Fiat y Chrysler.
Una fábrica que ya existe en la actualidad será ampliada con nuevas instalaciones de producción y un parque tecnológico para producir los componentes de los vehículos.
El director ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, y el director general de Sollers, Vadim Shvetsov, firmaron el acuerdo para completar el proyecto en Naberezhnye Chelny, indicó un comunicado. El primer ministro ruso Vladimir Putin dirigió la ceremonia.
La planta automotriz será capaz de producir hasta 500.000 vehículos de pasajeros y utilitarios anualmente antes del 2016, con al menos un 10% de la producción dedicada a la exportación, anunció el comunicado.
El proyecto cuenta con el apoyo del gobierno ruso en préstamos a largo plazo con una tasa de interés favorable para la cantidad total de la inversión, según el comunicado.
Putin prometió considerar la reserva de 2.100 millones de dólares en préstamos, diciendo que el estado está dispuesto a apoyar la iniciativa mientras ésta produzca al menos un 50% de los componentes localmente, como ya fue prometido, reportaron las agencias noticiosas rusas.
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