miércoles, 10 de febrero de 2010

Futuro incierto en EEUU para bancos paraestatales Fannie Mae y Freddie Mac

WASHINGTON.- Las dudas surgen en Washington sobre el futuro de los bancos paraestatales de refinanciación hipotecaria Fannie Mae y Freddie Mac, que son como pozos sin fondo para el presupuesto federal, pero que entre ambos sostienen casi todo el mercado inmobiliario estadounidense.

Las dos empresas, que publicarán antes de fin de mes unos resultados anuales que se prevén catastróficos, todavía no se han recuperado de la crisis financiera mundial iniciada en 2007, ya que ambas totalizan más de 180.000 millones de dólares de pérdidas.

Y sin embargo, la lógica de las autoridades consiste en privilegiar la ayuda al mercado inmobiliario antes que garantizar unas cuentas saneadas. De hecho, según varios analistas, las cuentas de Fannie Mae y Freddie Mac, que permiten a los contribuyentes estadounidenses tener o garantizar más de cinco billones de dólares de créditos hipotecarios, son en gran medida artificiales.

Ambos organismos fueron generosos cuando se trataba de adquirir los dudosos títulos apoyados en préstamos hipotecarios de los que todos intentaban deshacerse.

Hoy, para compensar las pérdidas desatadas por esta política, gozan por una parte, de la misma confianza que el Estado federal en los mercados de la deuda, y por otra parte de un sólido apoyo de la Reserva Federal (Fed, banco central).

A pesar de que dependen en gran parte del Estado, Fannie Mae y Freddie Mac siguen cotizando en bolsa, lo que no es el caso del asegurador AIG, que fue sacado en 2008, cuando el Estado lo salvó de la quiebra mediante aluviones de miles de millones de dólares.

"El Estado no se conformó con sostener el mercado del crédito hipotecario. Por numerosos medios, se ha convertido en el mercado inmobiliario mismo", se alarmaba el inspector independiente del plan de salvación de la finanza estadounidense, en un informe publicado el 31 de enero.

El proyecto de presupuesto de la Casa Blanca para 2010-2011 incluye otros 25.000 millones de dólares para permitir a ambos organismos reducir sus pérdidas, pero no hay ninguna certeza de que el Congreso lo votará.

La oposición republicana ya se comprometió a ponerle fin a la ayuda ilimitada y sin contrapartida del estado, considerándola como un privilegio indebido.

El poderoso presidente de la comisión de servicios financieros en la Cámara de Representantes, el democráta Barney Frank, quien por su parte llamó en enero al desmantelamieto de los dos organismos, planeó para marzo una audiencia para decidir su futuro.

En una carta a los congresistas, la Agencia Federal de Financiamiento para la Vivienda (FHFA, por sus siglas en inglés) afirmó el 2 de febrero que Fannie Mae y Freddie Mac buscan "limitar sus pérdidas de crédito".

El Ejecutivo y el Congreso tendrán que tomar "decisiones difíciles e importantes en los próximos meses acerca de la futura estructura del sistema de financiamiento del sector inmobiliario", concedió.

Cuatro días después, uno de los responsables de la Fed, James Lockhart, estimaba que el mercado inmobiliario debe "estabilizarse de verdad". "Y luego, podremos reparar Fannie y Freddie", puntualizó.

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