El objetivo es que el Gobierno central apoye la prohibición del comercio de esta especie, tal y como lo señala la propuesta aprobada ayer por el Consell de Govern balear.
La creación de esta gran reserva marina, según Greenpeace, supondría la protección del futuro del atún rojo que actualmente se encuentra "al borde del colapso" y sería un referente de conservación y protección a nivel internacional.
Sin embargo, Greenpeace critica que ayer, mientras el Govern balear daba su visto bueno a la creación de dicho santuario, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés) reconociese la ilegalidad de la mayor parte de las capturas sin proponer soluciones.
Según Greenpeace, el ICCAT dijo que sólo el 43 por ciento de las capturas declaradas son legales, y que cuando han pasado seis meses desde el fin de la época de captura, sólo 8.614 toneladas de las 19.000 capturadas han sido legalmente declaradas.
En la Unión Europea, de las 11.059 toneladas declaradas, sólo 3.012 son legales, advierte Greenpeace, quien critica que el ICCAT no haga nada efectivo por evitarlo.
"Estos resultados demuestran una vez más que ICCAT es incapaz de garantizar el futuro de la especie y que la está llevando al borde de la extinción", denuncia Celia Ojeda, responsable de Océanos de Greenpeace en el comunicado.
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