martes, 23 de febrero de 2010

La Tierra será incapaz de seguir el ritmo actual de consumo de carnes y pescado

ROMA.- En la cúspide de la cadena alimentaria, los seres humanos se dan todos los gustos, pero a un precio elevado: la pesca masiva extingue las especies marinas, y la piscicultura contamina el agua, los suelos y la atmósfera, por lo que habrá que empezar a cambiar de hábitos.

Alimentar a la Humanidad (9.000 millones de individuos en 2050, según las previsiones de la ONU) requerirá adaptar nuestro comportamiento, sobre todo en los paises más ricos, y ayudar masivamente a los países en desarrollo.

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), publicado el jueves pasado, la producción mundial de carne debería duplicarse, hasta 463 millones de toneladas, para responder a la demanda mundial.

Un chino que consumía 13,7 kg de carne en 1980 come hoy de media 59,5 kg. En los paises desarrollados, se comen más de 80 kg por persona y por año.

"El problema es cómo impedirlo. Cuando el ingreso aumenta, el consumo de productos cárnicos y lácteos sigue el mismo camino: no hay ejemplo contrario en el mundo", constató Hervé Guyomard, director científico en Agricultura del Instituto nacional de la Investigación Agronómica de Francia (INRA), responsable del informe 'Agrimonde', sobre "los sistemas agrícolas y alimentarios mundiales ante el horizonte 2050".

Actualmente, la agricultura produce 4.600 kilocalorías por día y por habitante, suficiente para alimentar a 6.000 millones de individuos.

Pero de ese total, 800 se pierden en el campo (enfermedades, insectos, almacenamiento), 1.500 se dedican a la alimentación de los animales, que sólo restituyen en promedio 500 calorías en la mesa, y 800 se desperdician en los paises desarrollados.

Por otra parte, la ganadería cuesta caro al medio ambiente: 8% del consumo de agua, 18% de las emisiones de efecto invernadero (más que los transportes) y 37% del metano (que calienta el clima 21% más que el CO2) emitido por las actividades humanas.

Y aún cuando sea fuente esencial de proteínas, la carne de vacuno no es "rentable" en el plano alimentario: "Se necesitan 3 calorías vegetales para producir un 1 caloría de carne de ave, 7 para 1 caloría de cerdo y 9 para una caloría bovina", destacó Guyomard.

De esta manera, más de un tercio (37%) de la producción mundial de cereales sirve para alimentar el ganado (56% en los paises ricos), según el World Ressources Institute. Todo ésto es un lujo, aún cuando Guyomard matiza recordando los servicios que presta un bovino: "único capaz de valorar la hierba, sustituto de la mecanización y productor de abonos".

¿Cabe entonces disminuir el consumo de carne y sustituirlo por el pescado?

Los océanos no pueden ser considerados como una despensa inagotable, estima Philippe Cury, director de investigaciones del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD).

El número de pesqueros es dos a tres veces superior a las capacidades de reconstitución de las especies.

A este ritmo, la totalidad de las especies comerciales habrá desaparecido en 2050.

De tanto consumir los grandes depredadores como el atún rojo, el consumidor está desquiciando el sistema, advirtió Gerry Leape, de Pew Environment Group. "Habrá que aprender a descender en la cadena alimentaria, sino no habrá nadie para comer las especies de más abajo que proliferan, como las medusas".

De todas maneras, habrá que comer menos pescado y no tan a menudo. En cuanto a la piscicultura, sólo puede ser una alternativa en la medida que modifique sus prácticas, muy contaminantes y que necesitan un excesivo consumo: 4 kg de anchoas o sardinas para producir un kilo de salmón y hasta 14 kg de pescado para un kilo de atún.

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