domingo, 14 de febrero de 2010

La zona euro pone a Grecia bajo rigurosa vigilancia

BRUSELAS.- Unos días después de haber prometido ayuda en caso de necesidad a Grecia, fragilizada por su excesivo endeudamiento, la Unión Europea (UE) sigue haciendo todo lo posible para evitar recurrir a tal ayuda, organizando una supervisión sin precedentes de la política económica griega.

Los ministros de Finanzas europeos, reunidos el lunes y el martes en Bruselas, cuentan con adoptar una serie de medidas excepcionales para recentrar ese país que, con sus déficits galopantes y sus estadísticas poco fiables, es considerado por los mercados como el eslabón débil de la zona euro.

Siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea, los ministros conminarán a Grecia a sanear sus cuentas públicas dentro de un calendario preciso.

El objetivo, ambicioso, es llevar el déficit público al 3% del PIB en 2012. Según las últimas previsiones disponibles, la cifra era de del 12,75% el año pasado.

La publicación de esa cifra a finales del año pasado fue el desencadenante de la crisis y llevó a los mercados a especular sobre la insolvencia griega.

Los ministros señalarán a Atenas que su política macroeconómica pone en peligro el buen funcionamiento de la zona euro, y le pedirán medidas específicas para superar esa situación: reformas de los sistemas de jubilación y salud pública, de la administración pública, control estricto de los gastos...

Sobre todo, los europeos van a vigilarán rigurosamente que, contrariamente a las veces precedentes, Grecia cumpla sus promesas: tendrá que presentar un primer informe a mediados de marzo, otro a mediados de mayo y después uno cada tres meses.

"No los vamos a dejar tranquilos", advirtió el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

Se espera que ese "plan de acción global, completo" permita "una visión amplia y coherente de las políticas económicas de Grecia", explicó una fuente diplomática.

Algo nunca visto en la UE donde, aunque 20 de sus 27 países miembros son objeto de un procedimiento por déficit excesivo, Grecia es la única sometida a un control tan estricto.

Pero las especulaciones sobre Grecia en los mercados repercuten en el euro y conciernen a todos los países que adoptaron esa moneda.

Para tratar de contrarrestar a los especuladores, los Gobiernos de la zona euro prometieron el jueves tomar medidas "coordinadas", si fuera necesario, para ayudar a Grecia y preservar la estabilidad de la zona euro.

El compromiso es esencialmente político, ya que ninguna medida concreta fue anunciada. Jean-Claude Juncker se limitó a evocar la posibilidad de préstamos coordinados y excluyó el lanzamiento de una "euro-obligación", un empréstito común de varios países europeos, y el recurso a fondos del FMI.

Los ministros de Finanzas europeos no podrán evitar la discusión de las modalidad de una eventual operación de socorro a Grecia, pero quienes esperan detalles al respecto corren el riesgo de ser decepcionados.

"Hay que mantener a los mercados un poco en la incertidumbre. Si diéramos un plan demasiado detallado, los incitaríamos a ver cómo funciona el mismo", agregó la fuente diplomática.

"No puede haber cláusula automática de aplicación", insistió, advirtiendo que tal cosa "disminuiría la capacidad del Gobierno griego a imponer su política" de austeridad, cuando está enfrentado ya a protestas sociales por las medidas de economía.

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