jueves, 18 de febrero de 2010

Londres reafirma su derecho a buscar petróleo en las Malvinas

LONDRES.- El primer ministro británico, Gordon Brown, se mantuvo firme sobre su derecho a buscar petróleo en las islas Malvinas, pero preocupado por encontrar una solución "razonable" para evitar otro conflicto armado como el que enfrentó a los dos países hace 28 años.

Al mismo tiempo, el ministerio de Defensa negó que fuera a reforzar la presencia militar como señalaba un tabloide después de que Argentina, que continúa reivindicando su soberanía sobre el archipiélago, endureciera el tono ante el inminente inicio de una exploración petrolífera y gasífera británica que considera "ilegítima".

"Esto es perforación petrolera que es exploración para el futuro. Está perfectamente dentro de nuestro derecho hacer esto. Creo que incluso los argentinos lo entienden", declaró Brown a la emisora local inglesa Real Radio.

Interrogado acerca de la información publicada por The Sun sobre el envío a las islas de un destacamento naval formado por tres barcos, Brown respondió: "No voy a hacer declaraciones sobre lo que puede o no puede pasar".

"Creo que encontrarán que hemos hecho todos los preparativos que son necesarios para asegurar que los habitantes de las Falklands (nombre por el que conocen los británicos a las Malvinas) están adecuadamente protegidos", agregó el primer ministro laborista.

El potencial de hidrocarburos en la cuenca de las Malvinas, cuya economía estaba basada hasta ahora esencialmente en la pesca y la ganadería, constituye uno de los puntos de mayor fricción en la larga disputa por la soberanía, que Argentina canaliza actualmente por vía diplomática.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, firmó el martes un decreto que obligará a pedir autorización previa a los barcos que transiten entre los puertos de su país y las Malvinas, o atraviesen sus aguas jurisdiccionales (hasta 200 millas náuticas de sus costas) en dirección a las islas, y debería dificultar por tanto la exploración petrolera.

El gobierno británico, que se ha esforzado desde el principio por evitar una escalada verbal, estimó que la disputa actual era "diferente" del conflicto que en 1982 condujo a los dos países a una guerra de 74 días que concluyó con la rendición de las tropas invasoras de la entonces dictadura militar argentina, y 649 muertos argentinos frente a 255 británicos.

"Creo que las conversaciones razonables van a prevalecer en este asunto", declaró Brown.

El opositor partido conservador llamó el miércoles al gobierno a incrementar su presencia militar en la zona de las Malvinas, argumentando que a pesar de que buenas relaciones con Argentina son deseables y bienvenidas", no debe haber la "menor duda" sobre la soberanía británica de las islas ocupadas desde 1833.

"Una mayor presencia naval en la región despejaría cualquier duda sobre esta posición", declaró William Hague, portavoz conservador para temas de Relaciones Exteriores y probable futuro ministro.

El ministerio de Defensa británico anunció sin embargo este jueves que "mantiene" sin cambios la fuerzas de disuasión existente en el archipiélago, compuesta por recursos en tierra, mar y aire.

"Tenemos una presencia permanente en el Atlántico Sur, que incluye una fragata/destructor, un barco de patrulla, un barco de vigilancia y un buque de reabastecimiento. También tenemos 1.076 militares en tierra", precisó.

Mientras tanto, la prensa británica anuncia la llegada este viernes de la plataforma petrolera 'Ocean Guardian', contratada por la compañía británica Desire Petroleum, que debería empezar a perforar casi inmediatamente a 100 millas (160 km) al norte del archipiélago.

El gobierno argentino ha prometido tomar las "medidas adecuadas" para frenar las prospeccciones en las islas, que según Desire podrían llegar a contener hasta 3.500 millones de barriles de petróleo recuperable, y presentará la próxima semana su caso ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

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