ROMA.- Roma vivió hoy un inusitado día blanco. La capital italiana amaneció cubierta por un manto blanco, lo que generó ciertas dificultades en el tráfico por carretera y en el aéreo pero muchos romanos parecían encantados, yendo en moto con los pies sobre el suelo y tomando fotos con los teléfonos móviles. La nieve, que cayó en grandes copos en la mañana de este viernes, rápidamente recubrió la ciudad, para júbilo de turistas y romanos, que capturaban el excepcional hecho en sus cámaras fotográficas. La parte más afectada han sido las autopistas de acceso y circunvalación de la ciudad.El municipio de la capital italiana, no acostumbrada a las temperaturas frías, había dispuesto un plan anti emergencia para afrontar la nevada. Se reunió de inmediato el Centro Operativo Municipal, mientras la nieve a partir de las 8 de la mañana comenzó a caer de modo tupido en el casco viejo de la ciudad, pero también en los barrios suburbanos. La caída intensa de nieve en la capital italiana duró alrededor de dos horas.
La nieve cayó en copos gruesos y la capital quedó rápidamente cubierta por tres centímetros de nieve. Hacia mediodía la nieve cesó, comenzó a disolverse y los equipos de emergencia del municipio se pusieron en acción para limpiar la ciudad y evitar que se formasen bloques de hielo.
El fenómeno, que había sido anticipado por la Protección Civil, dio lugar a batallas de bolas de nieve en la zona del Circo Massimo, en la plaza San Pedro y en el Foro romano, mientras turistas y habitantes de la ciudad salieron a las calles y a las ventanas para tomar fotografías.
Los turistas aprovecharon para tomar esas fotos tan poco habituales de nieve sobre el Coliseo y la Fontana de Trevi, e incluso se dijo que el Papa se asomó a la ventana del Vaticano para ver la nevada más intensa en la ciudad eterna en casi un cuarto de siglo. La nieve afectó, sobre todo, a los barrios del sur de la capital.
Desde el Coliseo hasta la Fontana de Trevi, pasando por las escaleras de la Plaza de España, un manto blanco de varios centímetros recubría hacia la tarde los monumentos más visitados, en una escena "jamás vista" por los romanos. El Foro Romano y el Coliseo fueron cerrados al público por razones de seguridad. La nevada ofreció insólitas estampas de los principales monumentos artísticos de la ciudad.
Turistas y locales observaban con interés y diversión el fenómeno y muy pronto muchos se encontraron en medio de batallas con bolas de nieve.
La nevada, anunciada por las previsiones meteorológicas, ocasionó algunos problemas de circulación terrestre y aérea. El aeropuerto de Ciampino, el segundo en importancia de la capital italiana, fue cerrado a las 10.30 (9.30 GMT) durante dos horas, debido a la falta de visibilidad.
Sin embargo, la medida no tuvo grandes consecuencias porque no había ningún vuelo previsto para esas horas, indicó la agencia de noticias aeroporturaria Telenews.
Por la mañana, algunos vuelos habían sufrido retrasos y dos aviones que debían aterrizar fueron desviados hacia el aeropuerto de Fiumicino, de mayor tamaño, y donde no cayó ni siquiera un copo de nieve.
La circulación dentro de la ciudad y en las vías de entrada a ésta ha sido perturbada, aunque sin mayores incidentes. El tráfico habitualmente caótico de la ciudad era realmente lento en muchas zonas.
Como en pocas horas, un manto de nieve de algunos centímetros cubrió los principales monumentos de la capital, como el Coliseo, la Fontana de Trevi y la Plaza Navona, y también la Plaza de San Pedro en el Vaticano, con una temperatura ligeramente bajo cero, para evitar caídas por resbalones, a las once de la mañana se decidió sacar a los turistas que había dentro de las ruinas del Coliseo y cerrar las puertas del monumento romano por antonomasia.
Las zonas más afectadas fueron el centro histórico y la zona sur, aunque la nieve también llegó a localidades de la costa romana como Ostia, donde los habitantes pudieron contemplar los copos de nieve cayendo sobre el mar.
En Roma no nevaba desde hace cinco años, cuando en la madrugada del 27 de enero de 2005 cayeron algunos copos, pero hay que remontarse al 11 de febrero de 1986 para recordar cuando Roma se despertó con una decena de centímetros de nieve en sus calles del centro.
Los ciudadanos vivieron hoy una jornada difícil debido al tráfico, ya que muchas líneas de autobús han tenido que ser suspendidas ante la imposibilidad de circular, mientras que los turistas disfrutaban del sugestivo panorama de una Roma completamente nevada.
El ayuntamiento de la ciudad eterna había activado un plan por si el fenómeno continuaba durante toda la jornada.
También nevó en la zona de los Castillos Romanos, varias localidades situadas al sur de la capital, y en el litoral del Tirreno, situado a la altura de Roma.
El mal tiempo afecta todavía a toda Italia y también al interior de la isla de Cerdeña, donde nieva desde hace horas, lo que ha causado importantes problemas en la circulación, con tramos de carreteras que han tenido que ser cortados.
La isla de Cerdeña, situada al oeste de la península itálica, está registrando aún nevadas excepcionales en ciudades poco habituadas a este fenómeno atmosférico, como Cagliari y Alguer.
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