Juncker indicó además que no ve imprescindible que los jefes de Estado y de Gobierno acuerden ya el plan de rescate griego ya durante la cumbre que se celebrará en Bruselas los días 25 y 26 de marzo.
El presidente del Eurogrupo se alineó así con las tesis de la canciller alemana, Angela Merkel, que sostiene que Grecia no necesita ayuda financiera y se resiste a adoptar una decisión durante la cumbre, y se distanció del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que exige que se apruebe el plan esta semana por considerar que la actual situación es insostenible.
"No se dejará a Grecia sola si necesita ayuda del Eurogrupo. No se dejará caer a Grecia", afirmó Juncker durante una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara. "Si continúa la especulación malsana, la eurozona debe tener un instrumento a su disposición un instrumento que le permita ayudar a Grecia", resaltó.
No obstante, el presidente del Eurogrupo dijo que "no ha llegado el momento de ayudar de anunciar en detalle todos los aspectos del instrumento" y señaló que "no es absolutamente necesario que el Consejo Europeo se ponga de acuerdo esta semana sobre este instrumento".
"Pero debe quedar claro que los trabajos técnicos van a continuar para que el día necesario tengamos este instrumento", indicó.
El plan de rescate no incluirá en ningún caso avales sobre la deuda griega porque "dos y hasta tres países lo excluyen al 100%", afirmó Juncker sin identificarlos. Por ello, la solución escogida será un sistema europeo de "préstamos bilaterales coordinados", que se pondrán a disposición de Grecia si lo necesita.
El presidente del Eurogrupo dijo que el interés de estos préstamos todavía no se ha pactado, aunque otras fuentes aseguran que será la media de la eurozona.
Sobre la participación del Fondo Monetario Internacional en el rescate de Grecia, Juncker afirmó que "no se excluye que se pueda recurrir a un doble instrumento: una parte de asistencia suministrada por el FMI y otra, la parte más importante, proporcionada por los miembros de la eurozona".
Sin embargo, dejó claro que su posición personal es que "sería mejor no recurrir al FMI porque la eurozona debería poder resolver los problemas que se plantean en su seno".
El presidente del Eurogrupo subrayó que "Grecia no es el único país afectado" por la crisis de endeudamiento y por ello "si cometemos errores de pilotaje graves nos arriesgamos a tener que enfrentarnos mañana a otras situaciones difíciles".
En todo caso, se mostró convencido de que "el momento de ayudar a Grecia no llegará" porque el programa de consolidación elaborado por el Gobierno de Atenas para reducir el déficit es "absolutamente creíble y logrará sus objetivos".
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