domingo, 21 de marzo de 2010

Europa llega a una cumbre dividida sobre la ayuda a Grecia

BERLÍN.- Líderes europeos enviaron el fin de semana señales contradictorias sobre si enviar o no ayuda a Grecia para que enfrente sus problemas de deuda.

La canciller alemana Angela Merkel urgió a Atenas a resolver sus problemas de deuda por sí misma y el primer ministro italiano Silvio Berlusconi respaldó el apoyo de la Unión Europea (UE).

Los comentarios fueron el indicio más reciente de las divisiones dentro de la zona del euro, sobre si y cómo brindar mejor ayuda financiera a Grecia, que lucha para enfrentar una creciente deuda y un déficit que ha llevado a la moneda del bloque de 16 naciones a su crisis más profunda de sus 11 años de existencia.

La canciller Merkel, quien enfrenta una crucial elección regional en mayo, está muy consciente de que el electorado alemán se opone mayoritariamente a un rescate para Grecia y ha endurecido su línea en contra de un compromiso concreto de apoyo financiero de la Unión Europea (UE).

La postura la enfrenta a Bruselas y a grandes socios europeos, que favorecen fuertes medidas para poner fin a un asalto especulativo sobre los activos griegos que ha profundizado los problemas del país, al presionar sus costos de créditos a más del doble de los de Alemania.

Hablando por radio Deutschlandfunk, Merkel negó que Grecia tenga algunas "necesidades financieras agudas" y desestimó sugerencias del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, de que líderes de la UE acuerden un paquete de ayuda para Atenas en una cumbre esta semana.

"No percibo que Grecia necesite dinero en este momento y el Gobierno griego lo ha confirmado. Es por eso que insto en no crear turbulencias en los mercados al crear falsas expectativas para la reunión del consejo del jueves", dijo Merkel, refiriéndose a la cumbre del 25 y 26 de marzo.

"La ayuda no estará en la agenda en la reunión del jueves, porque Grecia dice que no necesita ayuda en este momento", añadió.

En contraste, el primer ministro italiano Berlusconi dijo a Reuters en un acto electoral en Bolonia el domingo que estaba "absolutamente a favor" de que la UE otorgue ayuda a Grecia.

La incertidumbre sobre el apoyo europeo a su eslabón más débil empujó al euro al mínimo de 1,3502 dólares el viernes, su nivel más débil en más de dos semanas.

El diferencial entre el rendimiento de bonos griegos y los de emisiones referenciales alemanas finalizó la semana en 325 puntos básicos, el mayor nivel en casi tres semanas.

Algunos miembros de la zona euro creen que el bloque debe ayudar a Grecia a resolver sus problemas, pero otros incluyendo a Alemania, no descartan un papel del Fondo Monetario Internacional (FMI).

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