Grecia consiguió otros 390.000 millones de euros de los mercados de bonos el martes al reabrir _o vender más_ de un bono existente a 20 años. Pero su éxito en recaudar dinero de las ventas de bonos se vio empañado por las altas tasas de interés que exigen los mercados.
La brecha entre los bonos griegos a diez años y las emisiones alemanas equivalentes _consideradas un ejemplo de solidez_ volvió a subir el martes por encima de 3,35%, aproximadamente lo mismo que antes del anuncio del plan de rescate el jueves y por encima del 3,06% del lunes.
Una brecha mayor significa una menor confianza en la deuda de un país a medida que los inversionistas exigen una prima mayor para avalarla.
Eso significa que Grecia está pagando prácticamente el doble en interés que lo que paga Alemania para tomar dinero prestado, pese a la prometida ayuda de gobiernos de la eurozona.
Atenas espera que el plan de rescate _en el que los 16 países de la eurozona prometieron extender préstamos con fondos del Fondo Monetario Internacional para asistir a Grecia si no puede tomar prestado o pagar sus deudas_ le ayudará a restablecer la confianza en los mercados.
Pero no hay fondos disponibles para Grecia en estos momentos y cualquier préstamo requerirá la aprobación de todos los demás miembros de la eurozona.
Si los costos para tomar prestado siguen altos, los ahorros de las penosas medidas de austeridad que Grecia anunció hace unas pocas semanas podrían perderse al pagar los intereses más elevados sobre la deuda.
La exitosa emisión de bonos del lunes es "otro paso adelante para Grecia, pero la crisis está lejos de haber pasado", comentó Ben May, economista europeo en Capital Economics Ltd.
"El gobierno todavía está pagando un precio elevado para tomar prestado en el mercado", dijo, y agregó que "como la crisis está lejos de haber terminado, anticipamos que el euro seguirá debilitándose".
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