martes, 16 de marzo de 2010

La Bolsa reclama al Gobierno español que "no dilapide" la confianza de los inversores

MADRID.- Bolsas y Mercados Españoles (BME) ha reclamado al Gobierno que "no dilapide" la confianza de los inversores extranjeros en la economía y el mercado español, porque sus recursos han contribuido significativamente al crecimiento de la economía.

"No hay que andar jugando" con la confianza de los inversores extranjeros, dijo el director del Servicio de Estudios de BME, Domingo García Soto, en la presentación de un informe sobre las salidas a bolsa y Operaciones Públicas de Venta (OPVs) en el último cuarto de siglo.

La confianza de los inversores extranjeros "es un activo que no hay que dilapidar, porque ha permitido un crecimiento enorme de la economía española" en las últimas décadas, afirmó García Soto.

El responsable del Servicio de Estudios de BME respondía así al ser preguntado sobre si se ha producido un cambio sustancial en la participación de los inversores extranjeros en la Bolsa española ante la eventual falta de credibilidad de la economía nacional y del castigo de los mercados a los problemas de endeudamiento de Grecia.

A su parecer, la economía española "es atractiva" y "no va a haber problema", pero salvaguardar su credibilidad "debe ser una decisión consciente" en la actualidad, cuando se está definiendo la estrategia futura para reactivarla.

Según los datos de BME, las acciones y participaciones españolas en poder de inversores extranjeros tenían un valor en efectivo de unos 540.000 euros en 2008, lo que significa un descenso del 10% en relación al año anterior.

Se trata de la primera vez que desciende el valor en efectivo de la inversión extranjera en acciones españolas en 25 años, periodo en que ha crecido exponencialmente, a excepción de los años 2001 a 2002, cuando la burbuja 'puntocom' provocó un estancamiento o ligero descenso.

Concretamente, más del 38% de las acciones de las empresas cotizadas en la Bolsa española está en manos de inversores extranjeros, lo que supone el porcentaje más elevado de la historia, según se desprende del estudio.

Por otro lado, García Coto abogó por el establecimiento de incentivos, entre los que citó los fiscales, para animar a las empresas a salir a la bolsa española, tanto al mercado continuo como al alternativo (MAB) como fórmula de impulsar el crecimiento corporativo.

"Hay que poner incentivos claros", dijo el responsable, para quien "la fiscal es una vía clara a explorar, aunque los incentivos deben ser de todo tipo".

"Creo que de cara al futuro de la economía española hay que tratarlo en serio", consideró. "Pongamos un foco para que las empresas vayan hacia allí", abogó.

El informe de BME señala la importancia de la Bolsa en el excepcional desarrollo económico registrado en España en los últimos veinticinco años, al multiplicar por más de cinco el Producto Interior Bruto (PIB) desde 1986, año de la firma del tratado de adhesión de España a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE).

La Bolsa es impulsora de este desarrollo, al canalizar múltiples operaciones corporativas que han posibilitado el trasvase y la reasignación segura de importantes flujos de capital y de acciones, indicó el responsable del Servicio de Estudios de BME.

El valor de mercado de las empresas cotizadas se elevó a 1,1 billones de euros en 2009, lo que significa 28 veces más que en 1986, y arroja una tasa media de crecimiento anual acumulativo del 15,7%, el doble que la anotada por el Producto Interior Bruto (PIB).

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