martes, 2 de marzo de 2010

La Unión Europea presenta su estrategia de crecimiento centrada en las nuevas tecnologías

BRUSELAS.- Con el objetivo de evitar su declive económico, la Unión Europea (UE) quiere dotarse de una renovada estrategia de crecimiento para los próximos diez años centrada en las nuevas tecnologías, que será presentada mañana miércoles en Bruselas.

"Europa debe reaccionar para evitar el declive", resume la Comisión Europea en su documento, que detalla las grandes orientaciones de esta estrategia que comienza con la salida de la crisis económica y financiera que ha afectado al mundo desde 2008.

Bautizada 'Europa 2020', la estrategia tiene tres prioridades: la investigación y la innovación, el crecimiento 'verde' y el empleo.

Frente a las "debilidades estructurales de Europa", como una productividad insuficiente y un envejecimiento de su población, "o continuamos reformándonos a un ritmo lento y poco coordinado y nos arriesgamos a terminar con una pérdida continua de riqueza, o hacemos frente (al desafío) en forma colectiva", señala el documento.

La estrategia enumera una serie de objetivos: aumentar los niveles de inversiones en investigación y desarrollo de 1,9% del PIB (Producto Interior Bruto) de la UE actualmente, a un 3%, elevar el índice de empleo de la franja de edad de 20 a 64 años del 69% al 75%, así como reducir la pobreza.

'Europa 2020' es la sucesora de la denominada 'Estrategia de Lisboa', lanzada en 2000 y que buscaba convertir a la UE en la economía del conocimiento más competitiva del mundo, aunque fracasó en gran parte porque se limitaba finalmente a un catálogo de buenas intenciones.

"Había demasiadas ambiciones y objetivos poco realistas", reconoció un alto funcionario europeo en referencia a aquella apuesta.

Para evitar que se vuelvan a cometer los mismos errores, la Comisión Europea quiere imponer a los Gobiernos una hoja de ruta en común y una mejor coordinación, aprovechando los instrumentos previstos por el nuevo Tratado de Lisboa de la UE.

En ese marco, Bruselas podrá enviar "recomendaciones políticas" a los Gobiernos para garantizar que llevan adelante la buena política económica.

Luego, "si un Estado miembro no respondió de manera apropiada a la recomendación" en el plazo establecido, la Comisión podrá enviarle "advertencias", como ya ocurre en materia presupuestaria. Sin embargo, no hay ninguna sanción prevista.

El paralelismo que se vislumbra entre la vigilancia de las políticas presupuestarias y la de decisiones económicas más amplias provoca las reservas de Alemania, que teme un debilitamiento del mecanismo de control de los déficits públicos, el Pacto de Estabilidad de la UE.

La canciller alemana, Angela Merkel, escribió al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para pedirle una clara distinción entre estas dos cuestiones.

Estos esfuerzos de modernización se inscriben en el marco de una iniciativa más amplia de los europeos, encabezada por el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, para crear un "gobierno económico" a nivel de los dirigentes del bloque.

Los líderes de los 27 países de la UE se han puesto de acuerdo en principio sobre este objetivo aunque ahora deben discutir propuestas de la Comisión de cara a su adopción a mediados de junio.

El problema es que, según los economistas, nada garantiza que la nueva estrategia tenga más éxito que la anterior.

"No hay nada sustancial, nada concreto", deploró en ese sentido el analista Daniel Gros, del Centro de Estudios de Políticas Europeas.

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