lunes, 1 de marzo de 2010

Las tierras agrícolas de países emergentes atraen a los inversores

PARÍS.- En un momento en el que la seguridad alimentaria del mundo se está convirtiendo en una cuestión prioritaria, las inmensas tierras aptas para la agricultura en los países emergentes atraen la atención de los inversores.

Países como Brasil, Argentina, Ucrania, Rusia, Kazajastán, Sudán, Malawi, Angola, Indonesia, Laos o Camboya se encuentran entre los preferidos de los inversores.

Un ejemplo de esta nueva coyuntura es el hecho de que la empresa AgroGeneration hizo su entrada en Bolsa en Europa este lunes para recaudar fondos e invertir en cereales en Ucrania.

AgroGeneration alquila en Ucrania unas 20.000 hectáreas dedicadas al cultivo de cereales y apuesta por llegar a las 100.000 hacia 2012.

Conocida tiempo atrás como "el granero de Europa", esta ex repúbica soviética apuesta por su sector agrícola para sustentar su crecimiento económico.

En los últimos años, Ucrania se impuso en el mercado mundial ganando terreno ante los grandes países exportadores, como Francia.

A pesar de las dificultades a raíz de la falta de mano de obra calificada, el material obsoleto y tierra que no pueden ser cedidas, los inversores desembarcan en Ucrania.

La ley ucraniana prohíbe la cesión de tierras privadas surgidas de antiguas 'koljoses' (cooperativas agrícolas de la ex Unión Soviética) atribuidas por pequeñas parcelas a los habitantes.

Por ello, AgroGeneration tuvo que optar por el alquiler, firmando más de 9.000 contratos de una duración media de 19 años.

Según un informe publicado en 2009 por la organización no gubernamental (ONG) Grain, hay muchos involucrados en el negocio en Ucrania, entre ellas el banco norteamericano Morgan Stanley, que alquila unas 40.000 hectáreas, y el Gobierno libio, que obtuvo el acceso a 247.000 hectáreas a cambio de gas y petróleo.

Otro ejemplo es Etiopía, que amplió en julio de 2009 las tierras susceptibles de ser alquiladas por inversores a 2,7 millones de hectáreas, según un economista del Banco Mundial (BM), Harris Selod.

En Indonesia, hay inversores de China, Corea, Singapur y Oriente Medio que están interesados y algunos de ellos reclaman superficies enormes, del orden de 500.000 hectáreas, como es el caso del grupo saudí Bin Laden, que contactó con el Gobierno para estudiar la producción de arroz basmati.

Como otras instituciones y ONGs, el Banco Mundial observa de cerca este fenómeno que quisiera organizar mejor para salvaguardar los intereses de las poblaciones locales.

Sin embargo, es difícil conocer por ahora la amplitud de este 'acaparamiento' de tierras o 'land grabbing', como se lo conoce en inglés, reconoció Hervé Guyomard, el director científico del INRA, el instituto francés de investigación agrícola.

"Según lo que se sabe, esto representa de hecho sólo 0,6% de las superficies cultivables, lo que es poco", indicó.

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