El borrador, elaborado por EEUU, Reino Unido, Francia y Alemania; y posteriormente compartido con Rusia y China, tiene por objetivo impedir que Teherán eluda las medidas contra las transacciones con las instituciones financieras iraníes existentes mediante la creación de otras diferentes. Moscú ya ha contestado negativamente a este nuevo borrador. China, por el momento, guarda silencio.
Por el momento, el Consejo de Seguridad de la ONU ha impuesto tres rondas de sanciones contra Irán por desafiar sus demandas para que detenga el enriquecimiento de uranio. Teherán rechaza las acusaciones occidentales de que su programa nuclear busca desarrollar bombas y dice que sólo es para generar electricidad.
"La idea es llamar a una vigilancia fortalecida respecto a las transacciones relacionadas con el banco central de iraní, que la Unión Europea, Estados Unidos y otros pueden usar como fundamento para implementar sus propias restricciones contra tales transacciones", dijo un segundo diplomático.
Sólo un banco iraní, Banco Sepah, está incluido en la lista negra bajo una serie de sanciones de la ONU que se extienden en tres resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad en el 2006, 2007 y 2008. El consejo ha emitido advertencias sobre otros dos bancos, el Banco Melli y Banco Saderat, pero no los ha incluido en la lista negra.
El borrador no pide sanciones contra las industrias petroleras y gasísticas de Irán, como sí lo hacía un borrador anterior francés. El nuevo borrador también apunta contra compañías de carga iraníes, las Guardias Revolucionarias Islámicas y firmas relacionadas a ellas.
Las medidas restringirían la aseguración y la cobertura de seguros de envíos de carga hacia y desde Irán, dijeron diplomáticos. También ampliaría las restricciones al comercio de armas con Irán hasta convertirlo en un embargo total, incluido un régimen de revisión global similar al que rige contra Corea del Norte.
Los diplomáticos han informado de que la reacción inicial de Rusia ha sido negativa. "Rusia dice que el borrador no se corresponde a la idea de lo que deberían ser las sanciones y que rechazan muchas de las medidas del más reciente borrador", afirmó un diplomático.
No obstante, otra fuente diplomática aseguró que Rusia y China no tendrían tantos problemas para aceptar que se vigile al banco central de Irán, en lugar de incluirlo dentro de una lista negra, lo que habría dificultado las inversiones de Moscú en la República Islámica.
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